LOS CANARISMOS BUFO, BUFA, BUFITO, BUFAR, BUFEAR, BUFADERO, BUFONA, BUFIÓN Y BUFIENTO (II)
Variantes morfológicas del derivado bufo ‘ventosidad que se expele sin ruido’ son los canarismos bufito, que significa constante e invariablemente algo así como ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-que apenas llega al límite de su materia semántica de forma puntual-internamente concentrado’ y que emplean nuestros marineros en el sentido denotativo de ‘golpe suave de viento’; y bufiento, que presenta la significación invariante o interna ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-como materia interna del sustantivo que lo rige’, que se entiende en el sentido mencionado más arriba de ‘que se bufa con frecuencia’.
La variante bufa, que significa constante e invariablemente algo así como ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-internamente expandido’ y que ha desarrollado las tres orientaciones de sentido denotativo siguientes a lo largo de la historia de la lengua española: ‘burla, bufonada’; ‘mujer que hace el papel de graciosa en la ópera italiana’, procedente del italiano bufa; ‘especie de hongo silvestre que, seco, se hunde fácilmente al tacto y desprende gran cantidad de polvo’ (Can.), procedente tal vez del port. bufa de lobo ‘ídem’; y ‘en la armadura antigua, pieza de refuerzo que se colocaba en la parte anterior del guardabrazo izquierdo, asegurándola con uno o más tornillos’. Este sustantivo femenino ha servido de base o tema al derivado bufeta, que significa ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-que llega de forma difusa al límite de su materia semántica-internamente expandido’ y que se emplea en el sentido de ‘bufa, pieza de la armadura’.
La variante bufón, que presenta la significación invariante ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica’. Presenta dos sentidos categoriales distintos en el español actual: un sentido adjetivo, que presenta, además, tres variantes denotativas distintas: ‘que bufa’, ‘chocarrero’, ‘truhán, que se ocupa de hacer reír’. Estas dos últimas acepciones tienen su origen en el italiano buffon; y un sentido sustantivo, que presenta, a su vez, dos sentidos denotativos distintos: ‘agujero abierto por la erosión del mar en las rocas, por donde, al comprimirse, sale el agua dando un fuerte bufido’ (Ast.); y ‘buhonero’. De ahí parece proceder el nombre propio Bufona, tan frecuente en la toponimia canaria.
De este último sentido procede el derivado buhonero (bufonero, en Aragón), que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica-como ámbito activamente emanante’. Se entiende en el sentido denotativo de ‘el que lleva o vende cosas de buhonería’. De este sustantivo procede, a su vez, buhonería (bufonería, en Aragón), que presenta la significación invariante de ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica-como ámbito activamente emanante-como emanación activa-internamente expandido’. Se suele usar en dos sentidos denotativos distintos: ‘bufonada, bufonería’ y ‘chucherías y baratijas de poca monta, como botones, agujas, cintas, peines, etc.’.
La forma bufonesco, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica con apego externo desde su origen’ y que presenta el sentido denotativo ‘bufo, chocarrero’.
La forma bufonar, que significa ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica-en proceso’. Es variante gramatical de la raíz buf que no encontramos sola, sino implicada en los siguientes derivados:
El derivado bufonada, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica-en proceso-extensamente acabado-internamente expandido’ y que se usa en dos sentidos denotativos distintos: ‘dicho o propio de bufón’ y ‘chanza satírica’.
El derivado bufonear, que presenta la significación invariante ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-con superación brusca del límite de su materia semántica en proceso-expandido en su lexema verbal’ y que se ha especializado en el sentido denotativo de ‘burlarse, decir bufonadas’.
El derivado bufonizar, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-como punto de partida de la significación primaria ‘resultado interno de la aplicación de una actividad, ejercicio, capacidad, etc., interna al sujeto aplicada desde fuera’ del verbo -izar’, y que se encuentra especializada en el sentido denotativo ‘decir bufonadas’.
La variante bufido, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-extensamente acabado-internamente concentrado’ y que se suele usar en dos sentidos denotativos distintos: ‘voz del animal que bufa’ y ‘expresión o demostración de enojo o enfado’.
La variante bufad-, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-extensamente acabado’. Se encuentra implicado en la base del derivado bufader-, que presenta la significación mencionada como ‘ámbito activamente emanante’ y que ha desarrollo dos variantes gramaticales distintas:
La variante gramatical canaria bufadero, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-extensamente acabado-como ámbito activamente emanante-internamente concentrado’ y que se ha especializado en el sentido denotativo de ‘agujero abierto por la erosión del mar en las rocas por donde, al comprimirse, sale el agua dando un fuerte bufido’.
La variante gramatical de la República Dominicana bufadera, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-extensamente acabado-como ámbito activamente emanante-internamente expandido’, que tal vez llegó a América desde Canarias, y que presenta el sentido denotativo citado de ‘agujero abierto por la erosión del mar en las rocas por donde, al comprimirse, sale el agua dando un fuerte bufido’.
La variante bufanda, que presenta la significación invariante ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-cursivo externo al sujeto-internamente expandido’ y que se usa en el sentido denotativo de ‘prenda, por lo común de lana o seda, con que se envuelve y abriga el cuello y la boca’. De esta variante denotativa ha surgido, por aplicación metafórica, la acepción ‘gratificación extraordinaria que recibe un trabajador de su empresa’. Es forma que procede del francés buffant ‘ídem’.
La variante canaria bufear, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-expandido en su lexema verbal’. Se usa en dos sentidos denotativos distintos: ‘expeler el aire de los pulmones los mamíferos marinos’ y ‘expeler bufo, ventosidad silenciosa’, que tiene su origen en el portugués bufear ‘ídem’. De esta variante verbal de nuestra raíz proceden, a su vez, las siguientes subvariantes:
El derivado bufeo, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-expandido en su lexema verbal-internamente concentrado’, que presenta tres sentidos más o menos distintos en el español actual: ‘resoplido de los cetáceos’ (Can.), ‘ruido estruendoso de un bufadero’ (Can.) y ‘cetáceo’.
El derivado canario bufeón, que significa constante e invariablemente ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-expandido en su lexema verbal-con superación brusca de su materia semántica’ y que se usa en el sentido de ‘que se bufea con frecuencia’.
Este mismo verbo bufar (bofar) que nos ocupa ha desarrollado, además, en Andalucía, Canarias, Cuba y Santo Domingo el compuesto abofar (afofar), que significa constante e invariablemente el significado ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-situado en el punto final absoluto de un movimiento de aproximación’ y que se suele emplear en el sentido denotativo de ‘ponerse fofo, hincharse, abofarse’. De él, procede el derivado afofad- (abofad-, en And., Can., Cuba y Santo Domingo), que significa ‘distensión violenta de un ámbito tenso, soltando generalmente lo que lleva dentro-en proceso-situado en el punto final absoluto de un movimiento de aproximación-extensamente acabado’, y que se usa en el sentido de ‘hinchado, abotargado’.
La principal conclusión general que podemos extraer del análisis que acabamos de hacer de la significación primaria, categorial, morfológica, sintáctica y denotativa de la familia de palabras buf- es que las voces de los vocabularios regionales de las lenguas naturales no existen de forma independiente, como elementos autónomos de sus respectivas hablas. Por el contrario, como no podía ser de otra manera, este vocabulario particular se encuentra perfectamente integrado en las familias de palabras de la lengua a la que pertenece. Por una parte, sus constituyentes son mero desarrollo de algunos de las variantes gramaticales o denotativas ya actualizados de estas familias de palabras. Por otra, actúan o pueden actuar como punto de partida de variantes gramaticales o denotativas inéditas antes de ellas, sean generales o particulares. Se explica así que ni las palabras regionales pueden explicarse sin tener en cuenta la palabras generales, ni las palabras generales sin tener en cuenta las palabras regionales. Todas ellas son absolutamente necesarias para entender el entramado general del vocabulario de la lengua a la que pertenecen, porque todas ellas se encuentran inextricablemente unidas. Es cierto que sin las palabras generales no existirían las palabras dialectales. Pero no es menos cierto que sin palabras dialectales no existirían al menos determinadas palabras generales. Entre palabras dialectales y palabras generales no existe la más mínima diferencia lingüística, sino diferencias de difusión, de mayor o menor extensión de uso. De ahí que resulten tan discutibles esas obras lexicográficas que se han dado en llamar diccionarios diferenciales, diccionarios regionales, glosarios dialectales, etc., que fragmentan la estructura general del vocabulario e impiden explicar la verdadera significación lingüística y el papel que juegan las palabras llamadas dialectales en su desarrollo general. En realidad, las lenguas naturales no tienen más que un solo diccionario, el diccionario general, que contiene todas y cada una de sus palabras, sin excepción, independientemente de su grado de difusión y ámbito de uso.
Marcial Morera
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