miércoles, 5 de marzo de 2014


EL MITO DE LOS NUEVE MENCEYES (III)




Menceyes de los distritos o reinos en que suponían nuestros historiadores que estaba dividida la Isla de Tenerife.


El P. Fr. Alonso de Espinosa:

Rey de toda la Isla: Lo ignora.
Reyno de Taoro: BETZENUHYA.
Reino de Güimar: ACAYMO.
Reino de Abona: ATGUAXOÑA.
Reino de Adeje: ATBITOCARPE.
Desconoce los nombres de los reyes de Naga, Tegueste, Tacoronte, Icode y Daute.

El Bachiller Antonio de Viana:

Rey de toda la Isla: TINERFE, el Grande.
Reino de Taoro: BENCOMO.
Reino de Güimar: AÑATERVE, el Bueno.
Reino de Abona: ADJONA.
Reino de Adeje: PELINOR.
Reino de Tacoronte: ACAIMO.
Reino de Naga: BENEHARO.
Reino de Icode: PELICAR.
Reino de Daute: ROMEN.
Reino de Teno: GUANTACARA.

El P. Fr. Juan de Abreu Galindo:

Rey de toda la Isla: BETZENURIIA.
Reino de Taoro: IMOBAC.
Reino de Güimar: ACAYMO.
Reino de Abona: ATQUAXONA.
Reino de Adeje: ATBITOCARPE.
Desconoce los nombres de los reyes de Naga, Tegueste, Centego, Icode y Daute.

El Lcdo. Don Juan Núñez de la Peña:

Rey de toda la Isla: El Gran TINERFE.
Reino de Taoro: BETZENUHIA.
Reino de Güimar: ACAIMO.
Reino de Abona: ADGUAXOÑA.
Reino de Adeje: ATBITOCAZPE.
Reino de Tacoronte: RUMEN.
Reino de Naga: BENECHARO.
Reino de Icode: CHINCANAIRO.
Reino de Daute: CACONAIMO.
Reino de Tegueste: TEGUESTE.

José de Viera y Clavijo:

Rey de toda la Isla de Tenerife: TINERFE, el Grande.
Reino de Taoro (Orotava): BENTENUHYA. IMOBAC. BENCHOMO.
Reino de Güimar o Goymar: ACAYMO. AÑATERVE, el Bueno.
Reino de Abona: ADGUAXOÑA. ADXOÑA.
Reino de Adeje: ATBITOCAZPE. PELINOR.
Reino de Tacoronte: RUMEN. ACAYMO.
Reino de Naga o Anaga: BENEHARO I. BENEHARO II.
Reino de Icode o Benicoden: CHINCANAYRO. PELICAR.
Reino de Daute: CACONAYMO. ROMEN.
Reino de Tegueste: TEGUESTE I. TEGUESTE II.

SUMISION, BAUTISMO E IDA A LA CORTE DE LOS MENCEYES.

Añadamos a cuanto hemos dicho, que Núñez de la Peña, afirma que los reyes de Taoro, Tacoronte, Anaga y Tegueste (Bencomo, Acaimo, Beneharo y Tegueste) se rindieron a las armas de Castilla en los Realejos el 25 de julio de 1496. Más tarde, el 29 de septiembre del citado año, dice el mismo autor, que los Menceyes del sur de la isla se entregaron a las fuerzas de Lugo. Estos jefes eran: Pelinor, de Adeje; Romen, de Daute: Axoña, de Abona, y Belicar, de Icod. Si a estos ocho reyes se agrega el de Güimar tenemos los nueve Menceyes que la tradición afirma gobernaban la isla.

Los nombres consignados por Núñez de la Peña no pertenecen a la lista de Menceyes que nos da dicho autor en su obra, sino a la confeccionada por Viana, exceptuando al Mencey de Tegueste. Y ante este hecho nuestro asombro sube de punto. Núñez de la Peña contradice su propia lista de Menceyes y acude a Viana. Viera y Clavijo, al copiar a Núñez de la Peña, no advierte que sigue al poeta que tanto desprecian ambos, (11) hecho verdaderamente inexplicable.

Más tarde, después de sometidos los reyes, fueron bautizados, según la tradición, en la iglesia de los Realejos. Dice a este propósito el poeta Viana:

"Y en un alegre día el gran Bencomo,
Beneharo, Añaterve, Guacimara...
Recibieron devotos el bautismo:
El gran Bencomo se llamó Cristobal,
El rey de Naga, Pedro de los Santos;
el de Güimar, Juan de Candelaria..."
(Canto XVI.)

De suerte que, según Viana, sólo tres reyes recibieron el bautismo. Núñez de la Peña pretende seguir la tradición de los nueve reyes, aunque muy poco agrega a lo dicho por el poeta, al que copia. Dice así:

"Bautizáronse los nueve reyes, y sus hijos: el rey Bencomo se llamó Cristóbal; el Rey de Anaga, Pedro de los Santos; el Rey de Güimar, Juan de Candelaria; el Rey de Adeje, Diego; de los nombres de los demas Reyes no he tenido noticia..." (pág. 162). Como puede notarse, Núñez de la Peña solo agrega a los Menceyes citados por Viana, el de Adeje.

(11) Escribe Núñez de la Peña: "No trato aquí de los amores, que dice el licenciado Viana tuvo el capitán Castillo con la hermosa infanta Dácil... ni de las finezas del príncipe Ruyman y de la infanta bella Guacimara... que sin agraviar a este autor más parece comedia que historia verdadera; así lo dejo a un lado y prosigo mi conquista, sin que el lector se embarace en leer estas historias cómicas..." (Pág. 110.) Viera y Clavijo, dice en el prólogo del primer tomo de sus "Noticias": "Antonio de Viana, su antecesor (de Núñez de la Peña), y su falso adalid en mucha parte de lo histórico, también se había propuesto escribir la historia de nuestra conquista en un Poema que pudiera pasar por épico si guardara las reglas y principios de la epopeya..."

Núñez de la Peña, el formidable genealogista, el incansable investigador de documentos, confiesa que desconoce los nombres de cinco Menceyes para completar la lista de Herrera, y los que cita, menos uno, los copia de un poeta. De aquí el grave error de los genealogistas al pretender establecer las descendencias de los Menceyes. (12).

Más extraordinario es el caso de Viera y Clavijo. A la lista de los Menceyes bautizados que consigna Viana, ampliada en uno por Núñez de la Peña, agrega los nombres necesarios hasta completar los nueve reyes, sin decirnos de donde los toma ni en que documento los halló. Dice: "De manera que esta fué la primera Iglesia Parroquial que vio Tenerife (la del Realejo-alto), y la memorable fuente bautismal, en donde recibieron el carácter de cristianos los nueve Reyes Guanches, con los demás neófitos de la nación: Benchomo de Taoro recibió el nombre de Christoval; Beneharo de Anaga, el de Pedro de los Santos; Añaterve de Güimar, el de Juan de Candelaria; Pelinor de Adeje, el de Diego..." Los nuevos bautizados, según este autor, son: "Acaymo de Tacoronte, toma el de Fernando; Tegueste, el nombre de Antonio; Romen de Daute, el de Gonzalo; Adxoña de Abona, el de Gaspar; Pelicar de Icod, el de Blas Martín... (Tomo II pág. 258).

(12) Por eso dice acertadamente el investigador de genealogías guanches, don Nicolás Díaz Dorta: "En vista de la confusión que existe en las filiaciones de los Menceyes de Tenerife, particularmente de los que reinaban al tiempo de la conquista, cuyos nombres indígenas y hasta los de Pila aparecen con tantas variantes en los escritos antiguos que desgraciadamente han impedido separar, en esta parte, el error de la verdad, deseando nosotros dejar franco el camino del estudio a los sabios que se dediquen al descubrimiento de la verdad histórica de las antigüedades canarias, formamos este apéndice insertando en él las noticias más o menos contradictorias que hemos leído en diferentes documentos y que difieren también en algunos detalles de las que tenemos en nuestro pequeño archivo." -Apuntes históricos del pueblo de Buenavista, Imp. de A. J. Benítez, 1908.

¡Pero qué paradoja tan enorme! Viana no cita más de tres Menceyes con nombre cristiano, y escribe en 1604; Núñez de la Peña en 1676 agrega uno más, y confiesa su ignorancia acerca de los restantes, mientras que Viera y Clavijo, sin declarar los datos de que se vale, completa la lista de los nueve menceyes, diciéndonos como se llamaban después del bautismo, y eso en la segunda mitad del siglo XVIII.

Por último, Núñez de la Peña escribe: "En el año de mil y cuatrocientos y noventa y siete, llevó el Adelantado los nueve reyes a la presencia de los Católicos Reyes, que se holgaron de verlos y fueron bien recibidos, y sus Majestades les hicieron muchas mercedes." (pág. 163).

Esta afirmación la recoge Viera y Clavijo: "Por este mismo tiempo, dice, si creemos a nuestros historiadores, o poco antes, havía pasado también a España el General y Gobernador Don Alonso Fernández de Lugo, con la mira de presentar al pie del Trono los nueve Reyes, rendidos en la toma de Tenerife, y de hacer personalmente a sus Altezas una relación circunstanciada de la naturaleza de la Isla, y de la serie de sus victorias... A la sazón estaba la corte en la Villa de Almazán. Don Alonso mereció de los Monarcas una audiencia particular, en que les presentó sus cautivos." (T. II, pág, 207).

No existen documentos que acrediten la ida de los nueve Menceyes a la Corte, ni es cierta tampoco la fecha que señala Núñez de la Peña para ese hecho: pero lo que sí existe es una real cédula de fecha 30 de marzo de 1512, firmada por la reina doña Juana, contra don Alonso Fernández de Lugo, a petición de los naturales de Tenerife y la Palma, (13) en que se lee lo que sigue:

"e después desto hecho, estando los sobredichos (naturales) so mi guarda e seguro e defendimiento real diz que al tiempo que vos venistes a estos reynos truxiste veynte e cinco hijos e hijas de los dichos canarios quellos os dieron en rehenes para seguridad de la dicha paz e concordia que con vos abían concertado e contratado e asy traydos los dichos veynte e cinco hijos e hijas de los dichos canarios que los vendiste e enajenastes e hezistes dellos lo que quisystes como esclavos a ellos e a otros muchos en gran número dellos que después diz que truxistes vos e otros por vuestro mandado todos de los que heran de paz o se auian tornado cristianos dando a entender al Rey mi señor padre e la Reina mi señora madre que aya santa gloria que heran esclavos de guerra e avn demandándoles merced dellos no los deziendo nin haziendo saber como eran de pazes."

Lugo no llevó los nueve Menceyes ante los Reyes Católicos, pero supo vender los rehenes jóvenes que llevaba.

(13) Dr. Dominik Wölfel: "La Curia Romana y la Corona de España en la defensa de los aborígenes de Canarias". ANTHROPOS. Revue Internationale d'Ethnologie et de Linguistique. Tomo XXV, pág. 1075, separata. Viena, 1930.

CONCLUSIONES.

Terminamos este trabajo formulando las siguientes conclusiones:

1º. La tradición de la división de la isla de Tenerife en nueve distritos gobernados por nueve jefes o Menceyes, nació de relatos legendarios cuando las correrías de los europeos por nuestras costas, sin poder
descriminar hoy la verdad que contengan. En esos relatos se apoyó Diego de Herrera cuando levantó el acta de posesión en 1464.

2º. Ese documento da la norma a nuestros cronistas e historiadores para afirmar unánimemente la división de Tenerife en nueve reinos, aun cuando los primitivos escritores como el P. Espinosa y Galindo no declaran el nombre sino de cuatro, ignorando los demás.

3º. Viana es el primero que inventa nueve nombres, uno para cada Mencey; Núñez de la Peña forma otra lista de nueve jefes que difiere de la del poeta, y Viera y Clavijo establece una falsa genealogía con ambas, en la cual los padres son tomados de Núñez de la Peña, y los hijos de Viana.

4º. Hemos demostrado que el bautismo e ida a la Corte de los nueve Menceyes, es una fábula de Núñez de la Peña sin fundamento alguno documental y de redacción muy tardía; sólo pudiera admitirse que un número reducido de jefes realizaron el acto de someterse y bautizarse: y

5º. Que el único testimonio que aceptamos, mientras no se demuestre lo contrario, es el del P. Espinosa, o sea la existencia de cuatro Menceyes en esta Isla, que fueron los de Taoro, Güimar, Abona y Adeje, desechando en absoluto los nueve distritos y reyes señalados por el documento de Herrera.



B. BONNET. Mayo 1938.

1 comentario:

  1. Muy interesante tu investigación. La verdad cada vez saldrá más a la luz.

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