viernes, 28 de marzo de 2014

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GRABADOS RUPESTRES CON REPRESENTACIÓN DE BARCOS EN EL LOMO GALIÓN (ISLA DE LA GOMERA, CANARIAS). (II)

6. Técnicas de ejecución.

Las técnicas usadas en los grabados prehistóricos de La Gomera son la incisión y el picado. Por su parte, los grabados post-conquista se realizaron habitualmente mediante incisión y rayado, y las dos técnicas tienen variantes:

A) incisión.
A.1. Somera (prof. del surco: 0’2 a 0’5 mm). Es la más habitual en Galión-I y, por lo general, es la más habitual entre los grabados históricos de la isla.
A.2. Media (prof. del surco 0’5 a 1 mm). Es una variante escasa en esta estación.
A.3. Profunda (prof. del surco 1-2 mm). No existe en Galión-I, pero sí en naviformes de estaciones cercanas, como el Ancón de Guanchipe.
A.4. Incisión repasada. Se ha hecho pasar el útil varias veces por el interior del surco, agrandándolo en anchura (2-4 mm) y profundidad (1-3 mm). Tampoco existe en Galión-I ni en naviformes de la zona, aunque sí en otros motivos de diversas estaciones, como el mismo Ancón de Guanchipe.

B) Rayado-raspado (figs. 2 y 3 D).
Las unificamos porque son técnicamente lo mismo: raspar sólo superficialmente la corteza de la roca, sin formar surco, sino aclarando el color. Los dibujos así obtenidos tienen una duración relativamente corta, porque van desapareciendo a medida que la superficie de la roca vuelve a meteorizarse, mientras que en el grabado después de la meteorización se sigue notando el surco. Hay dos variantes:
B.1. Rayado lineal: Líneas simples que insinúan los mástiles y las jarcias, y otras que indican el contorno del casco y las velas.
B.2. Raspado de superficies: Se raspa el interior de la figura, buscando dar sensación de volumen. Esta técnica, que en general es de cronología reciente, escasea en este yacimiento, pero abunda en otras de la isla.

7. Cronología: los grados de meteorización.

Hemos distinguido cuatro grados de meteorización estándar del surco. La tonalidad (2) (o tonalidades, si varía por zonas) de la superficie no grabada del panel corresponde al grado máximo de meteorización; en algún fragmento caído o rotura reciente comprobamos el tono de la roca sin meteorizar, que equivaldría al grado mínimo de meteorización. Entonces buscamos en la tabla de colores los dos grados intermedios equidistantes. Normalmente no es posible matizar más, salvo en casos singulares de rocas con variación cromática muy alta donde se distingue un máximo de siete tonos.

Los grados de meteorización son: A) Muy baja: el interior del surco está nada o muy poco meteorizado, de manera que su color es similar al de un trazo recién ejecutado; B) Media-BajaC) Media-AltaD) Muy alta: el interior del surco tiene igual grado de meteorización que el resto de la superficie del panel, teniendo igual tono.

(2) Usando el código de colores Munsell Soil Colors Charts.

Es un indicador de cronología relativa útil, siempre que tengamos en cuenta:

Las condiciones litológicas. Porque unas rocas meteorizan más rápidamente que otras.

La profundidad del surco. Un grabado pudo atravesar totalmente la corteza de meteorización y otro contiguo solamente calarla parcialmente, de manera que desde el principio ambos surcos tienen un grado diferente de meteorización.

Las condiciones de exposición ambiental de cada panel y sus partes. Para eso hay que cuantificar en grados sus características de orientación e inclinación, pero también hay que tomar en consideración si el panel está expuesto a los vientos dominantes o al abrigo de ellos. Por ejemplo, hay diversos paneles orientados al NE, es decir, al alisio, pero la meteorización de la roca es mucho mayor en los de la parte septentrional del roque que en los del lado Sur, porque los primeros están directamente expuestos al efecto humectante del viento (por ejemplo, panel 1), mientras que los otros quedan protegidos por la masa del propio roque (por ejemplo, paneles 29 y 30).

Si un panel tiene a lo largo de su superficie las mismas propiedades petrológicas y de exposición, y todos los grabados fueron hechos con la misma técnica y con profundidades de surco similares, las diferencias de meteorización deben indicar un escalonamiento en el tiempo. En Lomo Galión-I los motivos representados tienen tipologías fácilmente encuadrables en varias épocas, y esas diferencias temporales reconocibles tienen refrendo en matices de meteorización.

8. La iconografía: los paneles y sus motivos.

Por razones de espacio, presentamos los paneles 71, 67, 30, 29, 4 y 1, que son la muestra más representativa del conjunto. En cada uno de ellos se describen e interpretan los motivos o composiciones y sus detalles, que en el caso concreto de los naviformes nos permite identificar el tipo de embarcación y su cronología.

PANEL 71 (fig. 1).


Forma parte del grupo de 16 paneles (núms. 70 al 85), que son otros tantos segmentos de la gran laja que ocupa la zona NNO y que tienen apenas una ligera inclinación. Poseen solamente grabados prehistóricos y/o históricos muy antiguos de igual tipología que los primeros.

El panel 71 es el único con grabados prehistóricos incluido en este trabajo, pues los restantes del grupo contienen sólo grabados análogos al de este panel. Contiene un haz de trazos curvilíneos y rectilíneos realizados con técnica de picado continuo, algo erosionados y con meteorización C-D (alta/media-alta). Además, hay trazos rectilíneos incisos que deben ser posteriores, porque parte de ellos están claramente superpuestos al motivo picado y, sin embargo, están igual o más meteorizados (D y C-D), lo cual se explica porque fueron ejecutados con incisión somera y son muy poco profundos.

PANEL 67 (figs. 2 y 3).



Está situado en la banda de solana y orientado al Sur. Por tanto, el mismo grado de meteorización en el grabado indica aquí una mayor antigüedad que en los paneles orientados al NE y situados en la umbría, como el núm. 1. Mide 185 × 160 cm., es prácticamente vertical (85°) y los motivos son de grandes proporciones. En la parte superior, la que reúne las mejores condiciones para grabar, hay una superposición de motivos grabados en tres momentos sucesivos: una primera gran nave, que posteriormente se retocó con nuevos elementos y, más tarde, se le superpuso una segunda embarcación. En la parte inferior hay un tercer barco. Los tres están vistos por el lado de estribor.

El primer barco que se grabó (figs. 2 y 3 A) fue hecho mediante incisión somera y su meteorización es muy alta. Tiene un casco redondo visto por estribor y, si el dibujo es fiel, las tres líneas horizontales deberían representar la cubierta y dos puentes. A popa hay un alto castillo y otro menor a proa. Se aprecian cuatro palos, aunque el segundo es un tanto confuso. La arboladura y el velamen están más claros en la proa que en el resto, porque el autor del grabado dudaba y rectificaba constantemente pero, como no había manera de borrar los equívocos, un mismo elemento aparece repetido dos o más veces. El bauprés lleva debajo una cebadera, sobre la que se ven dos trazos paralelos verticales que quizás sean jarcias. El trinquete fue repetido tres veces, de manera que el primero parece llevar una cofa, el segundo un pequeño gallardete y en el tercero (del que sólo se trazó la parte superior) van unos trazos oblicuos que parecen cabos, pero lo más claro es que está aparejado con una gran vela latina. De lo alto del palo mayor parte una jarcia que luego se confunde con la verga del trinquete; detrás de él se ve parte del borde de la vela mayor y delante hay un caos de líneas que impiden saber cómo era el velamen de este mástil. El de mesana tiene unos trazos oblicuos que posiblemente indiquen otra vela latina o su verga. A popa hay un pequeño mástil mesana de bonanza con un largo gallardete que tiene dos bandas horizontales, seguramente los colores blanco y rojo de Castilla y León, y luego unos trazos oblicuos que parecen otra verga de vela latina. Delante de la línea de flotación hay unas rayas que pudieran ser el inicio de otro grabado frustrado.

Sus características son bastante elocuentes. Pocas dudas hay de que estamos ante una nave de la segunda mitad del siglo XV o comienzos del XVI, por lo que se trataría de la embarcación histórica más antigua de las que han sido tipológicamente identificadas hasta ahora en grabados de Canarias, sincrónica o inmediatamente posterior a la culminación de la conquista de la isla (1489), aunque la latina del trinquete sea un rasgo singular. Si los cuatro mástiles son reales y no se confundió el autor, se trataría de un navío tipo carraca, la mayor embarcación de la época. Pero en el improbable caso de que uno de los palos de mesana fuera una rectificación, sería una carabela grande (3) o una nao de inicios del XVI, similar a la Victoria de Magallanes.

(3) Comúnmente denominadas carabelas de armada.

En un segundo momento, alguien añadió a este barco varios elementos (fig. 2C): a popa puso el tramo superior de un mástil de mesana con una vela cuadrada y un extraño objeto enlazado, quizás un gallardete que no ondea, o una bandera morrón (4); al palo mayor le añadió otra vela cuadrada, y puso otro motivo enlazado en el extremo superior de la verga del trinquete. Esas dos velas van infladas hacia popa, lo que quiere decir que el autor de los retoques confundió proa con popa, porque ya no conocía bien la morfología de una nave tan antigua. Por la configuración de las velas y el grado de meteorización (B: media baja), probablemente estos añadidos se hicieron uno o dos siglos más tarde, avanzado el XVII o en el XVIII.

En la segunda mitad del siglo XIX o a lo sumo a comienzos del XX, cuando el anterior barco estaba muy meteorizado y prácticamente invisible ya, se le superpuso una goleta de dos palos, hecha con bastante realismo (figs. 2 y 3D): la superficie del casco destaca con el raspado (meteorización A); bajo el largo bauprés hay un trazo en ángulo, que debe ser el frenillo del petifoque (5); el palo de trinquete lleva una vela cangreja detrás y en la parte superior llevaría dos velas cuadras, que no se dibujaron porque estarían recogidas, hacia el bauprés parten tres líneas, que son los nervios de los foques; el mástil mayor lleva una gran vela cangreja y entre ambos palos hay una vela de estay y una jarcia. Estas goletas fueron populares en los mares de Canarias, pues eran muy comunes en el tráfico interior y exterior de la época, e incluso los mejores pesqueros de altura eran goletas similares.

En la parte inferior del panel hay una nave de estribor (fig. 2B) hecha con incisión somera, que tiene meteorización media-alta (C). Está muy burdamente realizada y eso dificulta su identificación. Tiene la popa y la proa elevadas y el casco va relleno de líneas oblicuas que pudieran representar remos o simplemente darle volumen al casco. A popa hay un cuerpo también relleno de líneas verticales, que parece un castillo. La proa está rematada por dos trazos que sobresalen, quizás son simplemente un fallo del autor que prolongó las líneas de cubierta y de quilla, o que el inferior sea un largo frontón y el superior el bauprés. Tiene cuatro mástiles, el trinquete sin velamen, el mayor con una vela que parece cuadra y quizás una o dos vergas más, el de mesana y el de mesana de bonanza (6) tienen cada uno una verga de vela latina. En la popa hay una posible asta de bandera y, detrás del barco, dos trazos paralelos más. Si los trazos oblicuos del casco representasen la palamenta, podría pensarse en una galera; pero nos disuaden de ello la forma de la proa, el número de mástiles y el hecho de que el casco de la embarcación mayor del panel (A) esté esbozado de igual manera. Comprobando su grado de meteorización con los de la parte superior del panel, fue grabado después del motivo A y antes del C. Por consiguiente, se realizaría a lo largo del XVI o primeras décadas del XVII y, con no pocas dudas, pudiera tratarse de un galeón u otro gran buque la época.

(4) Bandera morrón o de auxilio: se enrollaba anudándola de trecho en trecho, o se izaba en esta forma para pedir auxilio, en caso de encontrarse el barco en problemas.

(5) Frenillo: cadena que va del bauprés al casco y contrarresta el empuje de los foques hacia arriba.

(6) Mesana de bonanza: es el cuarto mástil, situado a la altura de la cubierta de popa.

PANEL 30 (fig. 4).


Mide 86 × 57 cm y está orientado al NNE. Este panel y el núm. 29 están en la parte Sur del roque y, por tanto, están resguardados de las inclemencias meteorológicas por el propio roque; además, está a extraplomo (115°). Eso explica que la superficie natural del panel esté tan poco meteorizada y mucho menos aún los grabados. El único grafito está hecho con incisión somera y tiene una meteorización media-baja. Es un buque de babor con tres mástiles, con una tipología de finales del XVII o, con mayor probabilidad, de la primera mitad del XVIII, que tiene un interés especial porque es la prueba más clara de la vinculación entre estos grabados de barcos y la Virgen de Guadalupe. Sobre cubierta hay tres figuras antropomorfas, de tamaño desproporcionado respecto al barco, lo cual puede deberse a la voluntad de destacarlas, o a que en realidad es una barcaza engalanada con un falso velamen propio de navíos y fragatas. En el casco se muestran las tablas, con sensación de curvatura en popa y proa; esta parte delantera fue retocada para alargarla y en ella hay un fanal; a popa, bajo el casco, se indica el tramo postrero de la quilla, que enlaza directamente con el timón. En el mástil de mesana hay una gavia cuadra y la vela principal es latina; el mayor muestra la vela y la gavia, de cuya verga parte una jarcia, pero tiene recogido el juanete; el trinquete lleva desplegadas la trinqueta y la gavia. En el bauprés ondea una gran bandera con aspas: puede ser la enseña de la marina española antes de Carlos III, que en situaciones normales iría a popa, pero en días festivos, como el que expresa la imagen, se ponía en el bauprés; otra improbable explicación es que sea una bandera de señales con la Cruz de San Andrés, que correspondía a la M (inicial de María) en el viejo código internacional, en cuyo caso su mensaje sería que la Virgen María estaba a bordo.

Respecto a las tres imágenes, en la de popa hay un tripulante —probablemente el capitán o maestre— que apoya su brazo izquierdo en el mástil de una bandera, viste una casaca larga abierta al centro y se cubre con un sombrero de ala, ropajes que encajan con las fechas indicadas. En la cubierta de cuadra, entre el palo mayor y el de mesana, hay una figura análoga a la del panel 29, es decir, una imagen esquematizada de la Virgen, rodeada de un halo en forma de óvalo radiado. Delante de ella, pero algo más abajo, hay otra más pequeña con el interior rayado y sin halo, que debe ser un primer intento abortado, porque la empezaron a hacer en un espacio estrecho entre las velas donde la imagen no destacaba ni cabría su halo. Este interesante grabado representa, sin duda, al barco de la Virgen de Guadalupe, bien aquél al cual alude la leyenda de su aparición, o simplemente el que la transportaba antaño en la procesión marítima.

Continúa...

Juan Francisco Navarro Mederos

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