Embalsamientos y enterramientos de los "canarios" y "guanches", pueblos aborígenes de las Islas Canarias (IV)
Suerte mejor ha corrido el túmulo de "La Guancha", emplazado a unos 400 metros del anterior, en una pequeña elevación pedregosa cercana a la costa de Gáldar, cuya curiosa y notable estructura puede apreciarse en el grabado que se acompaña. Destacan en este túmulo, gran necrópolis, el torreón central y un círculo tangencial a éste, de unos seis metros de diámetro, y cámaras sepulcrales de cistas, en número de 42, rodeando al torreón central y círculo tangencial y dentro de éstos. El torreón achatado tiene una profundidad de unos 3 metros. Hacia el lado del poniente presenta este túmulo una gradería formada por tres medios círculos, todos ellos de piedras sueltas y bien dispuestas. Todas estas cámaras sepulcrales quedan encuadradas por una ancha muralla circular, de poca altura, fuera de la cual existen enterramientos. Cuarenta y tres esqueletos encontráronse en esta necrópolis, de los cuales dos aparecieron dentro de una sola cista; y todos, por lo general, en mal estado de conservación. En la cista del torreón central, revestida de maderas, se halló un solo esqueleto que debió pertenecer a un alto dignatario del reino guanche. A la cabecera y pie de esta sepultura se hallaron piedras labradas. Cubría esta cista un grueso tablón y piedras. En esta necrópolis no se han encontrado vestigios de sudarios de cuero ni de junco. Ellas estaban libres de tierra, salvo los arrastres por filtración. Sólo una pequeña vasija, tipo cazuela, con materias carbonizadas, encontraron los exploradores señores Benítez Padilla, Doreste del Río, Moreno Naranjo, Arroyo y Naranjo Suárez.
Gran necrópolis de "La Guancha" Gáldar (Gran Canaria)
Las cistas del torreón central y círculo tangencial, así como otras fosas de las encerradas dentro de la muralla, parecen revelar alcurnia, casta familiar o dignidad política, religiosa o social. Los enterramientos del exterior de la necrópolis, a juzgar por su modestia y emplazamiento, nos lleva a sentar el criterio que pertenecieron a servidores de aquéllos.
Ante el suntuoso túmulo de "La Guancha", que en distintas ocasiones hemos visitado, y últimamente en unión del Dr. Pérez de Barradas, Director del Museo Etnológico Nacional, y del Iltmo. Sr. Comisario General de Excavaciones Arqueológicas, D. Julio Martínez Santa-Olalla, no podemos menos de recordar a los "talayots" de Baleares y a los "nuragas" sardas, admirablemente descritos por los arqueólogos. Desde luego nos encontramos cara a un monumento excepcional de la cultura prehistórica aborigen de las Islas Canarias, monumento hasta el presente único en su genero, digno no sólo del mayor estudio sino de especialísima conservación. En ello se ocupa esta Comisaría Provincial de Excavaciones Arqueológicas, realizando a tal fin gestiones con el propietario del terreno Mr. J. David Leacock, que permita la cesión patriótica de estos notables monumentos a favor del Estado, para su mejor conservación, gestiones que, al decir verdad, van por muy buen camino. En este empeño de conservar los vestigios del pasado ayuda eficazmente a esta Comisaría Provincial el Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria.
Tanto el túmulo de "El Agujero", desgraciadamente desaparecido, como el de "La Guancha", del cual hemos venido hablando, son dos grandes enterramientos prehistóricos pertenecientes al pueblo guanche-canario. Su especial disposición y construcción —en contraposición con los comunes enterramientos en cuevas funerarias y túmulos en malpaíses— y el recuerdo de las exploraciones y comercio de genoveses, mallorquines y otros pueblos a las Canarias, en los siglos XIII, XIV y XV, llévanos a hacer pensar que esta clase de construcciones funerarias son la resultante de una influencia extranjera. Aparte de esto tampoco podemos olvidar que en los tiempos prehistóricos existió una misma cultura desde la Gran Bretaña al Sahara y desde Siria al Archipiélago Canario, civilización nórdica y mediterránea con parecidos y semejanzas que sólo el clima, medios de vida, calidad de terrenos, creencias, etc., pueden originar hechos diferenciales más o menos acusados.
El sabio Dr. Obermaier hablando de este extremo ha dicho que en las Baleares se encuentran construcciones circulares que por su forma de torre o atalaya llaman "talayots"; y en la isla de Cerdeña "nuraghas" y todas "pertenecen a una edad del bronce muy avanzada".
Lo propio dicen los arqueólogos D. José María Quadrado y D. Andrés Jiménes Soler, quienes al describir los "talayots" refieren que son torres circulares y cuadradas, y hablan de graderías en coronamientos, hiladas de piedras superpuestas, nichos o fosas, círculos de piedras, etc.; descripciones tan semejantes a las de las construcciones megalíticas canarias que bien parecen ser de éstas.
Don Ramón Mélida relaciona las construcciones megalíticas de las Baleares con monumentos análogos de las islas del Mediterráneo occidental y del Mar Egeo, que a su vez guarda paralelismo con los grandes túmulos de "La Guancha" y "El Agujero".
Aguado Bleye manifiesta asimismo que los "talayots" son sepulturas u osarios donde depositaban los huesos. Ya hemos visto como en la meseta central de "El Agujero" y en las criptas de la necrópolis de "La Guancha" se hallaron esqueletos y múltiples huesos sueltos.
El geólogo D. Lucas Fernández Navarro afirma que los monumentos megalíticos de Baleares se concretan en los siguientes tipos: talayots, cuevas, navetas, taulas, círculos y murallas. Refiriéndose a los primeros dice que están formados por el amontonamiento de piedras toscamente labradas, sin ligazón ni argamasa que los una, colocados en hilera, en sentido horizontal. Afecta la forma de un tronco de cono de base circular, elíptica u ovoidea y algunos pocos de pirámide cuadrangular truncada. Las rampas que facilitan la subida a la cúspide y las puertas abiertas en la terraza superior, deben considerarse como editamentos de pueblos posteriores que dieron a estos monumentos una utilidad práctica, de donde nació el nombre con que se les conoce, o sea el aumentativo de "atalaya". Datos más prolijos y concretos nos los da ilustrados con grabados el ilustre Catedrático de la Universidad Central, D. Julio Martínez Santa-Olalla, Comisario General de Excavaciones Arqueológicas, en su obra "Elementos para el estudio de la cultura de los talayots en Menorca".
Si relacionamos lo que antecede con la gran necrópolis de "La Guancha" y el desaparecido túmulo de "El Agujero" (Gáldar) de construcciones de planta circular con torreón central tronco-cónico y graderías en coronamiento, no podemos menos que estimar que éstos sean restos de antiguas construcciones megalíticas que responden a una cultura similar a la de los pueblos mediterráneos; ciclópeas construcciones que bien pudieron tener el triple carácter de vivienda, fortaleza y sepultura. Ahora bien, si nos fijamos en las reiteradas visitas que a las Canarias hicieron mallorquines, genoveses, florentinos, etc., en los siglos XIII, XIV y XV, principalmente los mallorquines, que mantuvieron cordiales relaciones comerciales con los indígenas canarios en el siglo XIII, siglo del renacimiento marítimo, no es extraño que seriamente pensando sentemos la afirmación que estos enterramientos de "El Agujero" y "La Guancha", sean exponentes de la clara influencia del pueblo balear y de su cultura mediterránea en el Archipiélago Afortunado, influencia que se deja sentir igualmente, bastante definida, en los restos de las antiguas viviendas, en forma de cruz latina, ubicadas en terrenos muy próximos a las citadas necrópolis, las cuales difieren notoriamente de las viviendas de los aborígenes canarios como son las cuevas, casas de planta elíptica, oval, chozas y goros.
Por otra parte, no ha faltado quien, como D. Carlos Pizarroso, en su estudio "Los aborígenes de Canarias", haya afirmado, siguiendo al Abate Michón, que las tumbas de los canarios, por su disposición, revestimiento circular de piedras formando cúpula, relleno de piedras, etc., sean producto de la raza fenicio-cananea.
Y, últimamente, otras de las construcciones que acusan igual procedencia, son "Los Mugaretes" de Gáldar, lugar donde administraban justicia los "Guanartemes" de la Gran Canaria. Monumento es éste que, como otros tantos, hace muchos años se halla en el mayor abandono y ruina a pesar que en el año 1925 el historiador y canónigo de la Catedral de La Laguna, Dr. D. José García Ortega, señalara su importancia en eruditos trábajos que se publicaron en la prensa de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata, dice el distinguido escritor, de "una vasta edificación de dos mil metros de superficie y de forma elíptica, que dividida por su eje mayor en dos mitades, ofrece en la posterior un complicado laberinto de estancias cuya forma es todavía imposible de determinar, y en la anterior un gran patio o plaza amurallada, en cuyo centro quedan vestigios de unas gradas circulares y concéntricas".
Estas glosas y anotaciones nos las ratifica el eminente etnólogo Dr. Wöffel, al afirmar que la raza indígena de las Islas Canarias, su lengua y su cultura son "demostración preliminar, pero decisiva, de que los antiguos canarios no fueron unos primitivos, sino los últimos herederos de una Alta Civilización Mediterránea".
Sebastián JIMÉNEZ SÁNCHEZ
arriva españa
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