jueves, 10 de julio de 2014


LA ESTACIÓN RUPESTRE DE LOS SALTOS (LA RESTINGA, EL HIERRO) (I)

1. ANTECEDENTES

La estación rupestre de la Punta de los Saltos fue descubierta por Hulgen Kalwait a principios de los años noventa, y dada a conocer a la autoridad insular competente en 1995. La primera actuación llevada a cabo por la Dirección General de Patrimonio Histórico del Gobierno de Canarias fue la autorización, en ese mismo año, a los miembros que suscriben este trabajo para que se procediera a realizar su inventario y estudio, y, en 1996, el encargo del levantamiento topográfico del yacimiento a Domingo Toledo, complementado así la investigación y documentación necesaria para su delimitación y posterior protección. También por esas fechas apareció la primera noticia del hallazgo publicada en la prensa de la provincia (Armas, J. 1996).

2. LOCALIZACIÓN

El yacimiento rupestre de La Restinga está situado en el término municipal de La Frontera, en el sur de la isla de El Hierro (figura 1. A). Se localiza en el entorno inmediato al casco urbano del pueblo pesquero del mismo nombre, lo que le confiere un alto grado de vulnerabilidad. Su ubicación geográfica corresponde a las siguientes coordenadas: UTM 205.515/3.060.830 y 205.595/3.060.755.


Figura 1. A. Ubicación de la estación.

Este lugar se enclava en el extremo más meridional de la isla, donde se concentra la mayor parte de las evidencias del vulcanismo denominado «subhistórico», de la Serie Reciente, dotándola de los ejemplos más espectaculares de lavas de tipo pahoehoe de El Hierro (Fernández-Pello, L.1989).


Figura 1. B. Paleovegetación del sector S y SW de El Hierro.

La orografía del terreno es poco accidentada y de escasa colonización vegetal integrada por especies xerófilas costeras, entre las que destacan la tabaiba amarga (euphorbia obtusifolia), el verode (senecio klenia), el tasaigo o tadaigo (rubia fruticosa), el mol o incienso moruno (artemisa canariensis), la calcosa o vinagrera (rumex lunaria), y la irama (schizogyne serucea).

La estación rupestre se localiza en este ambiente, dentro de la llamada «Finca Iramas», que toma nombre del volcán cercano que es responsable de parte de las emisiones lávicas de la zona; topónimo que corresponde a la abundancia de esta especie vegetal en toda la zona (foto 1).


Foto 1. Vista general de la estación rupestre de Los Saltos.

3. METODOLOGÍA

El objetivo de esta investigación se ha centrado en la documentación y posterior análisis de la información contenida en esta estación rupestre para poder interpretar y valorar cómo se contextualiza a nivel cultural y colectivo en la sociedad que realizó los grabados. Los trabajos desarrollados en el yacimiento y su entorno corresponden a:

– Prospección de la zona en un radio de 3 km.
– Levantamiento topográfico.
– Sectorización y delimitación de los paneles de la estación.
– Documentación del yacimiento:

– Inventario detallado de los caracteres de cada grabado.
– Documentación fotográfica y por medio de calcos.

– Análisis de las técnicas de ejecución.
– Clasificación de los grabados inventariados.
– Análisis de las inscripciones rupestres.
– Valoración cultural del yacimiento.

4. CARACTERÍSTICAS DEL YACIMIENTO

A semejanza del cercano yacimiento de El Julan, se trata de una estación al aire libre sobre colada volcánica superficial que se desliza de forma paralela al suelo. Lo conforma un conjunto de grabados rupestres realizados mediante la técnica del picado, que se usa en diversas variantes. El núcleo principal ocupa una superficie de unos 10 × 5 m, a los que hay que sumar otros cuatro paneles que se ubican en las proximidades de su entorno.

Las manifestaciones rupestres que posee obedecen a tres categorías de representaciones: motivos geométricos, figurativos e inscripciones alfabéticas, pertenecientes a la escritura líbico-bereber y signos híbridos.

En general, el estado de conservación de los grabados rupestres es muy bueno, solo hay que reseñar la existencia de fracturas producidas por la erosión del soporte pero que no alteran en ningún caso su integridad.

5. INVENTARIO

La documentación inventariada ha sido registrada atendiendo a la ubicación espacial, la asociación o aislamiento de los grabados entre sí y las características morfotécnicas de cada uno de los motivos ejecutados.

Debido a los rasgos geomorfológicos del soporte de los grabados, en colada lávica superficial, existen dificultades para aislar los conjuntos por paneles, así como para establecer cuál es la orientación en la que deben interpretarse, motivo por el que hemos adoptado la siguiente metodología.

En la sectorización llevada a cabo destacan el sector núm. 1 y sector núm. 2, con ocho y nueve paneles respectivamente, mientras que en los sectores núms. 3, 4, 5, y 6 se ha documentado un solo panel en cada caso (figura 2).

La numeración de los paneles, dentro de los distintos sectores, se realiza en dirección N a S, que se corresponden a las cotas más altas y más bajas del relieve de las coladas lávicas.


Figura 2. Levantamiento topográfico y sectorización de la estación.

A causa de la posición horizontal del soporte, no es posible determinar la dirección en la que fueron concebidos los motivos grabados, quedando esta cuestión abierta a varias hipótesis para su interpretación: 1. fueron concebidos para ser vistos por un observador situado desde uno de los laterales de la colada o, 2. para situarse sobre ella y ser visualizados de forma vertical siguiendo la inclinación natural de la misma y, por tanto de N a S, como ocurre en la estación de Los Letreros, en El Julan.

En el presente estudio se ha optado por establecer dos tipos de paneles:

1. Paneles formados por conjuntos de motivos que no sobrepasan los 50 cm de distancia máxima entre sí.

2. Paneles formados por motivos aislados, entendiendo por tales aquellos grabados que están más allá de dichos límites espaciales respecto a los grabados colindantes.

Ante las dificultades para su orientación, optamos por realizarla situándonos en un punto de observación al W de la colada siguiendo, para su descripción, siempre el mismo orden, de izquierda a derecha, y de arriba hacia abajo; se indican las dimensiones, orientación y descripción del motivo. Se ubican, además, en el sitio que ocupan en el relieve de la colada lávica que sirve de soporte, en la que distinguimos la zona superior (que denominamos cenit), lo que ocasionaría que los paneles estén en disposición horizontal; o los flancos de la colada, lo que ocasiona que los paneles se encuentren en posición inclinada. Este proceder obedece a que entendemos que esta información es indicativa del sentido direccional en que se ejecutaron los grabados, así como de la organización espacial que tiene cada panel, permitiendo distinguir cuál es la zona superior e inferior de su composición; o, también, la orientación de los motivos aislados.

Continúa...

María de la Cruz Jiménez Gómez,
Renata Ana Springer Bunk,
María Teresa Ruiz González,
Sixto Sánchez Perera

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