ESPECIALISTAS Y TRABAJADORES EN EL INGENIO DE AZÚCAR DE AGAETE (1503-1504) (III)
2. PERSONAL EXTERIOR (ALQUILER)
2. PERSONAL EXTERIOR (ALQUILER)
El comerciante Agustín de la Chavega, genovés primo de los Riberol, proveedor de muchas mercancías para el ingenio, alquiló al propietario de la hacienda diez esclavos por tres meses y veinte días, y otro más durante un mes y cinco días (19). El precio del trabajo de cada esclavo era de 600 maravedíes mensuales, una cantidad bastante alta y que equivalía al salario de los profesionales menos cualificados. Estos once esclavos se incorporaron a los 25 esclavos que ya había en el ingenio y eran propiedad de Palomar. El total de esclavos, todos de origen africano, que aparece contabilizado en estos meses fue de 35 (20), aunque en otras fuentes su número asciende hasta 37 ó 38.
(19) Dice un asiento de las Cuentas: «Agostyn de Chavega ha de aver por el serviçio de dies esclavos del dicho tiempo, a DC cada uno cada mes, que montan XXII U maravedis. Y por el serviçio de otro esclavo, dende el dicho dia fasta tres de abril, que son un mes e çinco dias, a razon de DC maravedis por mes».
(20) Hay varias referencias indirectas a su número, así: «por X U D maravedis por treynta e çinco capotes que se dieron a los esclavos».
A título anecdótico, es de reseñar la aparición como gasto de una recompensa por la localización y conducción al ingenio de un esclavo fugado: «por el allazgo de un negro que andava alçado». Posiblemente se tratara del esclavo propiedad de Agustín de la Chavega que sólo trabajó un mes. La existencia de recompensas ofrecidas por los esclavos huidos es una situación típica de sociedades de frontera, como era la canaria de comienzos del siglo XVI.
Otra noticia relativa a los esclavos de la hacienda de Agaete nos las ofrece una provisión real de febrero de 1505. En ella se hace constar que de los esclavos que había en el ingenio, que en las Cuentas suman las cantidad de 35, doce de ellos habían sido trasladados a Tenerife al acabar la temporada (21).
(21) El fiscal de la Corona acusaba a Cerezo de un intento de alzar los bienes del ingenio en perjuicio de la hacienda real, que había secuestrado judicialmente la hacienda: «E espeçialmente diz que enbió el dicho Antonio Çerezo a la ysla de Tenerife doze esclavos e çiertas calderas e otras cosas pertenesçientes al dicho Francisco Palomar e al dicho yngenio de Agaete. E que las bestias que andavan en el dicho yngenio heran del dicho Francisco Palomar, e las dio cabtelosamente a çiertas personas, e las tomó dellos por alquiler. E otros veynte e syete esclavos que se hallaron en el dicho yngenio quando fue fecho el secresto e enbargo por mandado del Rey, mi señor e padre, e de la Reyna, mi señora e madre, que aya santa gloria». AGS, RGS. Toro, 17 de febrero de 1505, fol. 441. El genovés se defendió argumentando que tanto los esclavos como las bestias eran de alquiler: «Dize el dicho Antonio Çerezo que los quinse dellos son suyos, e los otros de otras personas que se los tenian alquilados». Más detalles en GAMBÍN GARCÍA, M.: El ingenio de Agaete..., op. cit.
Continúa...
Mariano Gambín García
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