lunes, 27 de mayo de 2013


Diccionario básico de canarismos.
(Letra A (VII)

Argentía:
1. f. En días de mucha luminosidad y calor, especie de reverberación fosfórica que suele mostrarse en el agua del mar.

Aridanense:
1. adj. Natural del Valle de Aridane, comarca de la isla de La Palma. U. t. c. s.

2. adj. Perteneciente o relativo a esta comarca.

Arife:
1. m. Lz y Fv. Aire muy caliente que produce un calor sofocante. Se metió un arife que acabó con las pocas plantas que quedaban.

Arique:
1. m. LP. Tira que se hace de las capas concéntricas que envuelven el tallo de la platanera una vez secas. Se usa como cuerda para amarrar. Los ariques para amarrar las flores los sacábamos de las badanas.

Ariquero/ra:
1. adj. Natural de Arico, municipio de la isla de Tenerife. U. t. c. s. Muchos ariqueros trabajan hoy en las zonas turísticas del sur.

2. adj. Perteneciente o relativo a este municipio. El municipio ariquero experimentó un gran desarrollo agrícola y ganadero a finales del siglo XIX y principios del XX.

Armadero:
1. m. Tf y LP. Bocado o pequeña porción de comida que sirve de acompañamiento de una bebida alcohólica, especialmente del vino. El éxito de un guachinche no está solo en el vino, sino también en los armaderos.

Aro:
1. m. Lámina de hojalata, madera o faja de palma trenzada, que se usa como molde en la elaboración del queso. Dispone de un cordón en su extremo, para sujetarlo una vez obtenido el tamaño deseado. Llenó el aro de cuajada y pegó a apretar despacito.

2. m. Fv. Nombre genérico de cedazos, cilindros y utensilios semejantes. Los aros se guardaban en la gañanía.

Aronero/ra:
1. adj. Natural de Arona, municipio de la isla de Tenerife. U. t. c. s. Los aroneros padecieron en su momento la caída de los precios de la cochinilla.

2. adj. Perteneciente o relativo a este municipio. La zona litoral aronera ha experimentado desde mediados del siglo XX una gran transformación urbanística.

Arquilla:
1. f. Tf. En un sistema de riego, casilla o depósito para recibir el agua y distribuirla. Los canaleros también controlan el agua que entra y sale de las arquillas.

2. f. GC. Dispositivo concebido para distribuir el agua de riego, menor que la cantonera o tronera, provisto de una puerta o tapa metálica.

Arrabal:
1. m. Lz y GC. Terreno improductivo o de escasa calidad para el cultivo.

2. m. Fv, GC y LP. Terreno no cultivado, pero susceptible de ser puesto en producción. Antes era un arrabal, pero lo sorribó, lo aró y lo regó, y ahora es un vergel.

Arraclán:
1. m. (Ocypus olens) Escarabajo negro y alargado que se defiende levantando el abdomen como los escorpiones o alacranes propiamente dichos, aunque, a diferencia de estos, es inofensivo. En otras zonas de Canarias se conoce con los nombres de alacrán y pezoña.

Arrafañador/ra:
1. adj. Fv y Tf. Dicho de una persona, que arrafaña.

Arrafañar:
1. v. Fv y Tf. Arrefañar.

Arramalado/da:
1. adj. GC. Dicho de una persona, que tiene la cara de color rojo encendido.

Arramblado/da:
1. adj. Dicho de una persona, vestida de forma muy desaliñada. Aunque lo ves todo arramblado, está rico perdido.

2. adj. Muy pobre.

Arrancada:
1. f. Fv y LP. Dicho o hecho inesperado. A veces tiene unas arrancadas, que te deja sudando.

De arrancada. Definitivamente, con la intención de no volver por una larga temporada o nunca más al lugar que se indica. Se usa con verbos como irse y marcharse.

Arrancadilla:
1. f. Última copa o ronda de copas que un cliente pide en un bar o establecimiento similar, después de haber tomado varias. Echa la arrancadilla, que nos vamos.

Arranclín/na:
1. adj. Dicho de una persona, despreciable y de poca categoría. U. t. c. s.

Arrascado/da:
1. adj. GC. Rascado.

Arrastre:
1. m. Deporte autóctono que consiste en que yuntas de bueyes o de vacas tiran de una corsa cargada con una determinada cantidad de piedras o de sacos de arena. Se usa también arrastre de ganado. Ganó el arrastre dos años consecutivos.

Arrayador:
1. m. Tf y LP. Palo o tablilla que sirve para rasar las medidas de los áridos.

Arrayar:
1. v. Rayar, igualar con el arrayador. Llenaba el cuartillo y luego lo arrayaba, para dar la medida justa.

2. v. Rayar, anotar los tantos ganados en el juego de la baraja. ¿Cómo no vamos a perder, si siempre te olvidas de arrayar?

3. prnl. Rayarse, llenarse los ojos de lágrimas.

Arrecifeño/ña:
1. adj. Natural de Arrecife, municipio capitalino de la isla de Lanzarote. U. t. c. s. Los arrecifeños han asistido en las últimas décadas a la desaparición de la industria de conservas de pescado.

2. adj. Perteneciente o relativo a este municipio. Pocos espacios marítimos canarios tienen el encanto de la marina arrecifeña.

Arrefañar:
1. v. Lz, GC y LP. Recoger y llevarse todo lo que se puede de un lugar. Se metió en la finca y arrefañó con todas las castañas.

Arreglar:
1. v. Aderezar o preparar con varios ingredientes ciertos alimentos, como la carne o el pescado. Para arreglar el cabrito hace falta un poco de aceite, vino, ajo y otros condimentos.

Arregostarse:
1. prnl. Acostumbrarse a hacer o experimentar alguna cosa. Está arregostado a venir siempre a la hora de comer.

Arrejalarse:
1. prnl. Acercarse o alejarse con relación a un punto. Arrejálese para allá, cristiano, que me pone nerviosa.

Arrejundir:
1. v. Or. Rejundir.

Arrejuntarse:
1. prnl. Convivir maritalmente dos personas sin estar casadas, amancebarse. No te sé decir si estaban arrejuntados o casados.

Arrempujar:
1. v. Hacer fuerza contra algo o alguien para desplazarlo, empujar. No arrempujen, que nos van a tirar.

Arrendar:
1. v. Tf, LP y Hi. Cavar un terreno cultivado para matar la hierba y arropar con tierra el pie de las plantas, principalmente tratándose de papas. Una de las labores que hay que hacer a las papas es arrendarlas para matarles la hierba.

Arrente:
1. adv. Rente.

Arrepollinarse:
1. prnl. Or. Sentarse con toda comodidad, arrellanarse. Lo que más me fastidia es que llega a casa y se arrepollina mientras todo el mundo está trabajando.

Arrequintar:
1. v. Requintar.

Arretranco:
1. m. Trasto viejo e inútil que estorba. Como no tira nada, tiene el cuarto lleno de arretrancos.

2. m. Persona despreciable. Fueron a juicio porque la hija del jefe lo llamó arretranco.

3. m. Mujer de costumbres disolutas.

Arrifal:
1. m. Terreno pedregoso e improductivo, generalmente cubierto de maleza. En estos arrifales no hay más que tabaibas y lagartos.

Arrife:
1. m. Arrifal.

2. m. Tf y Hi. Talud entre dos fincas o huertas que están a distinto nivel.

Arrimar:
1. v. Pegar, castigar. Sigue tú con tus caprichos, que al final te voy a arrimar.

2. prnl. Or. Dicho del pescado, acercarse a la orilla. Cuando se calienta el agua es cuando la vieja se arrima a tierra.

Arrimo:
1. m. Derecho establecido en favor de alguien para apoyar su edificación en la pared propiedad del colindante. En el documento dice que se le pagó el arrimo.

2. m. GC. Trozo de terreno próximo a la casa del dueño del mismo. Compró una casita en el campo con un arrimo.

3. m. GC. Terreno de dimensiones modestas. Tengo unos arrimillos y planto allí unas papas.

4. m. GC. Acuerdo entre el dueño de una finca y un ganadero por el cual este último tiene derecho a alimentar sus reses con desechos de plataneras de aquel, como rolos, cepas u hojas, entregando el estiércol a cambio. Corrió con suerte: consiguió un buen arrimo y tiene las plataneras hermosas.

Arriote:
1. m. Especie de fajín que rodeaba la cintura del luchador y se ataba a su muslo derecho, para poder realizar la brega en la lucha canaria. Fue prenda deportiva utilizada hasta principios del siglo XX.

Arripiarse:
1. prnl. Estremecerse repentinamente el cuerpo por sentir escalofrío u otra sensación desagradable. Cada vez que le nombran la capital, se arripia todo.

Arrisarso:
1. m. Lz y Fv. Trasto, objeto viejo e inservible. Tiene todo el almacén lleno de arrisarsos.

2. m. Lz y Fv. Mujer de mala reputación.

Arritranco:
1. m. Arretranco.

Arrojadura:
1. f. Lz, GC, Tf y LP. Vómito. No le dio tiempo de llegar al baño, y echó la arrojadura en el piso del pasillo.

Arrojar:
1. v. Expulsar por la boca lo contenido en el estómago. U. t. c. prnl. Cada vez que le daba la tos, el pobre niño se arrojaba.

Arropa:
1. f. Go. Hojas que envuelven la piña del millo. Se pasaba el día quitándole la arropa al millo.

Arrorró:
1. m. Canto tradicional de cadencia lenta con que se arrulla a los niños. Los versos de la melodía se interrumpen a intervalos con una serie de tonos graves y quejumbrosos, que acompañan al acompasado vaivén de la cuna. Las letras están compuestas por cuartetas octosílabas y se cantan sin repetir los versos.

Arroyo:
1. m. Hi. Barranquera que forma el agua en un terreno.

2. m. Hi. Barranco pequeño que generalmente afluye a otro mayor.

Arruaje:
1. m. Or. Cardume de pescado menudo y de distintas especies, de escaso o nulo valor comercial. Tuvimos que ir a pescar más afuera porque allí no había sino arruaje.

2. m. Or. Gente de mala reputación, chusma. Hubo una época en la que en ese parque no había más que arruaje.

3. m. Lz y Fv. Gente incompetente. No fichan sino arruaje, y después quieren ascender de categoría.

4. m. Fv. Chiquillería.

Arrugar:
1. v. Con referencia a las papas, guisarlas con bastante sal y el agua suficiente para que esta termine de evaporarse al tiempo de finalizar el proceso de cocción, con lo que la cáscara del tubérculo queda rugosa e impregnada de un polvillo salino. Hay variantes de este procedimiento para conseguir el mismo efecto. Cenó una tajadita de pescado con dos papas arrugadas.


Fuente: Academia Canaria de la Lengua.

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