jueves, 6 de junio de 2013


Diccionario básico de canarismos.
Letra C (II)

Cafetín:
1. m. Bar de poca categoría en que se despachaban, sobre todo, café y bebidas alcohólicas. Aquello, más que un bar, era un cafetín.

Caganea:
1. f. Tf. Chirrimil o burgado con cangrejilla que se usa como carnada para pescar.

Cagón:
1. m. GC. Bocinegro más pequeño que el payete.

Caidero:
1. m. GC. Lugar de un barranco o risco, habitualmente angosto, por donde saltan las aguas de lluvia en forma de cascada. Con todo lo que ha llovido este invierno, están esos caideros chorreando agua.

Caíl:
1. m. Or. Nombre que se da a varias especies herbáceas del género Medicago y de la familia de las leguminosas. Se utilizan como forraje para el ganado. En época de lluvias, le damos al ganado más caíl y menos pienso.

Caira:
1. f. Tf. Cabra doméstica. En un fisco de patio tenía dos cairas, una conejera y unas diez o doce gallinas.

2. GC y Tf. Voz para llamar a la cabra. U. m. en dim. Cairita, cairita, ven acá.

Cairano:
1. m. Tf. Especie de morral hecho de piel de cabra. Metió el quesito en el mismo cairano que le habían vendido.

Cairel:
1. m. Tf. Bolsa hecha con la piel de un baifo o cabrito, usada para amasar el gofio.

Caja:
1. f. Arcón hecho generalmente de tea o de cedro, donde se guardan ropas y documentos, o granos y otros productos alimenticios. La ropa se ponía bien planchadita dentro de la caja, con un membrillo para darle buen olor.

Estar alguien como una caja de turrón. Lz. Estar permanentemente de viaje.

Estar más sordo que una caja/sordo como una caja. Padecer sordera en grado severo.

Ser alguien como la caja de los turrones/del turrón (que en todos los sitios se encuentra). Gustarle a alguien estar en todas las fiestas o en todos los lugares donde hay diversión.

Cala:
1. f. Cuerda gruesa de esparto o de otro material, que emplean los pescadores para diversas maniobras, como fondear la embarcación o arrastrar las redes. Se le enredó la cala en la hélice de un barco que estaba fondeado al lado.

2. f. LP. Sedal de alambre amarillo. Antes se pescaba mucho con cala, pero hoy el nailon ha acabado con todo eso.

Calabacero:
1. m. LP. Persona que emplea el calabazo para trasvasar agua manualmente de una acequia a otra o a un estanque próximo. Hace poco vimos en televisión un programa sobre el trabajo de los calabaceros.

Calabazo:
1. m. LP. Recipiente semiesférico con un cabo largo, que se emplea para pasar agua de una acequia a otra. Para usar el calabazo hay que tener mucha fuerza y una buena cintura.

Calabernada:
1. f. LP. Terquedad, testarudez, obstinación. Si él sigue con sus calabernadas, no habrá manera de ponerse de acuerdo.

2. f. LP. Presentimiento. Tuvo la calabernada de que no le iba a pasar nada bueno.

Calacimbre:
1. m. Alambre de acero muy fino. Como los agujeros de los quemadores eran muy finos, solo se podían destupir con un calacimbre.

2. m. Primera cuerda de una guitarra u otro instrumento musical semejante, cuando es de acero muy fino. Agarraban una guitarra sin calacimbre y se pasaban horas dando la tabarra.

3. m. Persona excesivamente delgada. El más chico era un calacimbre; decían que tenía la solitaria.

Calambre:
1. m. Lz y Fv. Juego infantil en el que uno de los jugadores ha de ir atrapando a los demás, al tiempo que debe impedir que otro de los jugadores llegue hasta ellos y, al grito de “calambre”, los libere. A la salida de la escuela, los niños jugaban a calambre y las niñas a matarile.

Calcadero:
1. m. Or. Mies extendida en la era y dispuesta para ser trillada. Actualmente le pasan dos o tres veces un furgón por arriba al calcadero, y terminan de trillar en un momento.

Calcosa:
1. f. Lz y Hi. (Rumex lunaria) Planta de la familia de las poligonáceas, endémica de las islas centrales y occidentales, e introducida recientemente en las orientales, principalmente en Lanzarote. Se trata de un arbusto muy ramificado, con tallos redondos y nudosos, y hojas redondeadas y carnosas. Es de interés forrajero. Hay veces que, si los animales comen mucha calcosa, la leche llega a tener mal gusto. En otras zonas de Canarias se conoce con el nombre de vinagrera.

Calda:
1. f. Paliza, azotaina, especialmente la que propinan las madres a sus hijos. Antes, si llegabas tarde a tu casa, te esperaba una buena calda.

Caldera:
1. f. Depresión del terreno en forma circular que, como resultado de una actividad volcánica, se encuentra en muchas montañas de las Islas. El fin de semana estuvimos de acampada en el fondo de la caldera.

2. f. Depresión de grandes dimensiones en forma de cráter, resultante de la actividad volcánico-tectónica o erosiva o bien de la combinación de ambas.

3. m. LP. Tipo de tabaco de extraordinaria calidad, cosechado en la zona de La Caldera de Taburiente. Aquí, además del tabaco caldera y el tabaco breña, trabajamos otros como el de Sumatra.

Caldereta:
1. f. Caldera pequeña en una montaña. Aquella caldereta que se ve enfrente debe de ser de un volcán muy antiguo, porque está muy erosionada.

2. f. Caldera en forma de herradura.

3. f. Fv. (Saxicola dacotiae) Pequeña ave insectívora endémica de la isla de Fuerteventura, de unos 13 centímetros de longitud. El macho tiene la frente y la nuca de color castaño oscuro, el dorso pardo leonado y la rabadilla blanca. La hembra es de tonos más apagados. Vive en ambientes áridos, así como en barranquillos con bosquetes de tarajales.

Caldereto:
1. adj. LP. Dicho del viento o del tiempo, que procede de La Caldera de Taburiente. U. t. c. s. Hay épocas del año en que el caldereto es más frecuente y sopla con más fuerza.

Caldero:
1. m. LP. Hondonada grande, en el lecho de un barranco, producida por un salto de agua. Incluso llegamos a ir a buscar agua a los calderos del barranco.

Calderón:
1. m. Caldera profunda en una montaña.

Caldia:
1. f. Tf y Go. Acción y efecto de caldear.

2. f. Tf y Go. Calda.

Calentón/na:
1. adj. Propenso a irritarse o enfadarse. U. t. c. s. Con él no se puede discutir, porque es un calentón y enseguida se pone a gritar.

Calentura:
1. f. Enfado o enojo muy grande. Se agarró una calentura tremenda porque no le pagaron.

Caleta:
1. f. Lz, Tf y LP. Abrigo o ensenada pequeña, cuya ribera en parte es más o menos llana, lo cual facilita la acción de botar y varar las pequeñas embarcaciones al comenzar y finalizar las faenas de la pesca. En aquella caleta donde teníamos el barquito fondeado, ni se notaba viento ni llegaban las olas.

2. f. Fv. Entrante angosto del mar en la tierra. Nos fugábamos de la escuela y nos íbamos a bañar a la caleta.

Caletera:
1. adj. Or. Se dice de un tipo de lancha de fondo plano que se usa para desembarcar en las playas. U. t. c. s. Como no había muelle, la carga y los pasajeros se desembarcaban con una caletera.

Caletón:
1. m. Entrante prolongado y estrecho del mar en la tierra. A marea vacía, la gente se bañaba en el caletón.

2. m. Fv. Oquedad en el veril. Había unos caletones que estaban llenos de pescado.

Calima:
1. f. Calina.

Calimbre:
1. m. Fv y GC. Calambre.

Calina:
1. f. Polvo en suspensión que enturbia el aire. Hay días de tanta calina, que no se ve nada ni a cincuenta metros.

Calladillo:
1. m. Lz, Fv y Tf. Callaíllo.

Callado:
1. m. Callao.

Callaíllo:
1. m. Lz, Fv y Tf. Mezcla de arena y callao menudo. Antes de que se prohibiera su extracción, el callaíllo se empleaba mucho en la construcción.

Callao:
1. m. Piedra alisada y redondeada por efecto del rodamiento producido por la fuerza del agua, que se encuentra en la ribera del mar y en los barrancos. Aunque esa playa está llena de callaos, es buena para el baño.

2. m. Espacio cubierto de este tipo de piedras, especialmente cuando son grandes, a la orilla del mar. En el callao que está al otro lado de la playa hay muchas lapas.

Calle:
1. f. Poceta grande. Era tan curioso, que siempre estaba retocando los bordes de las calles de las plataneras.

2. f. GC. En la vela latina, espacio que queda entre los costados de dos botes que navegan de forma paralela y en la misma bordada.

Calmas:
1. f. pl. Lz, LP y Hi. Zona del mar resguardada de los vientos alisios, al sur de las Islas. El Mar de las Calmas, en El Hierro, tiene ese nombre porque allí hay una zona de calmas.

Calmerío:
1. m. En el mar, calma o falta de viento. En esa zona bate mucho el mar, así que solamente se puede ir a pescar cuando hay calmerío.

Cama:
1. f. Jugada del envite en que uno de los equipos trata de engañar al otro aparentando no tener cartas de alto valor. Si hubieras estado atento a las señas, te hubieras dado cuenta de que te estaban haciendo una cama.

Camarote:
1. m. Tf. Cohete de mayor potencia que el volador. Después de la lluvia de voladores, echan otra más corta de camarotes.

Cambado/da:
1. adj. De piernas torcidas. Si le hubieran puesto las botitas desde el principio, hoy no tendría las piernas cambadas.

2. adj. Jorobado, encorvado. Con los dolores que tiene en la espalda, ahora está más cambado que nunca.

Cambadura:
1. f. Torcedura. Le tuvieron que vendar todo el pie por una cambadura de tobillo.

2. f. Alabeo o encorvadura de una superficie. El albañil dice que la cambadura de la pared no es culpa de él.

Cambaleta:
1. f. Torcedura, cambadura. Hizo unos surcos en el terreno llenos de cambaletas.

Cambaletear:
1. v. Torcer o encorvar mucho a una persona o una cosa. U. m. c. prnl. Con el choque la llanta se cambaleteó toda.

2. v. Or. Caminar de forma vacilante por ir bebido o por otra causa. U. m. c. prnl. Se echó dos copas y salió cambaleteándose todo.

Se pronuncia generalmente cambaletiar.

Cambar:
1. v. Torcer y doblar una cosa poniéndola corva. U. t. c. prnl. Con el peso del pescado, la caña se le cambó.

2. v. Perder una cosa su dirección vertical. U. t. c. prnl. El muro se cambó cuando se hizo una zanja para pasar una tubería.

3. prnl. Torcerse, no seguir las cosas la evolución deseada. Todo le iba bien en Venezuela, hasta que las cosas se le empezaron a cambar.

Cambiatina:
1. f. GC. Cambio brusco en el tiempo.

Cambón:
1. m. Tf. Timón del trillo. El cambón enlaza el trillo con el yugo.

Cambullón:
1. m. Tráfico de mercancías que consiste en cambiar o vender distintos productos en los barcos atracados o fondeados en los puertos, especialmente a los tripulantes de los buques extranjeros, rozando incluso la ilegalidad. El padre era pescador, pero también se dedicó al cambullón, que le daba más dinero.

2. m. Contrabando, comercio ilegal hecho en tierra con los productos extraídos de la despensa de los barcos. En el cambullón era donde únicamente se conseguían productos extranjeros y, además, a buen precio.

3. m. LP. Hablando de personas, gran cantidad o aglomeración.

Cambullonero/ra:
1. m. y f. Persona que se dedica al cambullón. U. t. c. acj. A través de los cambulloneros se podían adquirir los productos más inesperados y sorprendentes.


Fuente: Academia Canaria de la Lengua.

1 comentario:

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