No te pierdas, caminito,
si vienes de Punta Hidalgo.
Sube despacio a la cumbre
trepando por Los Almácigos.
No te pierdas en Azoca
ni en el Pico de Los Cardos.
Mira que has de pasar
por Roque de Los Milanos.
No olvides llegar a tiempo
cuando el sol hace el milagro.
Tráele un soplo fraterno
del Roque de Dos Hermanos
y, de la Boca del Viento,
trae, vereda, volando
la embrujada melodía
que cantan allí los pájaros.
Si quieres llegar a tiempo
no pases nunca de largo,
ni seas como un suspiro
que se termina apagando.
No te pierdas en Bejía
ni en en Pico de Los Cardos.
Si te haces a la mar,
vira despacio bogando
hasta la Punta del Guincho
donde veía el Hidalgo
naufragar sus pobres sueños,
en la alborada, llorando.
Si quieres llegar a tiempo,
no pases nunca de largo
ni seas como un suspiro
que se termina apagando.
Ubicación del poema: Los Lavaderos (Bejía)
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