Las musas maravillosas
unos dicen que murieron.
En Almáciga, temprano,
otros dicen que las vieron.
Es la andante poesía
la que subió a Roque Aderno;
en el Roque de Los Pinos,
anduvo sembrando versos,
platicando con las auras,
conversando con los ecos.
Un pie de romance estuvo
hollando ya los senderos,
visitando barranqueras,
arboledas y roquedos.
En la andante Poesía
la que vino a Roque Negro.
En los altos peñascales
anduvo sembrando versos.
Unos, luego germinaron;
otros pronto se perdieron...
En el Roque de la Barca
el poeta es marinero.
Es pescador en los montes,
y en la mar es montañero.
Es cazador de horizontes;
de inmensidades, arquero.
Las musas maravillosas
unos dicen que murieron.
En Almáciga, temprano,
otros dicen que las vieron.
En el profundo infinito,
navegando con los sueños.
Autor: Fernando Garcíarramos (19 de Noviembre de 2005)
Ubicación del poema: Plaza de la Ermita (Almáciga)
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