En la umbrosa laurisilva
el caminito se pierde.
En Ujuana se ocultó
bajo los helechos verdes,
mas de pronto apareció,
embrujado nuevamente.
Roque Negro se santigua
con el agua de un naciente.
En la umbrosa laurisilva
el caminito se pierde.
Mil veredas tiene el monte,
mil laberintos silvestres,
donde el sol no llega nunca,
donde la luz destallece.
En la umbrosa laurisilva
el caminito se pierde.
Nadie sabe adonde va;
tampoco, de dónde viene,
viene tal vez de la mar
y tal vez vaya a Tesegre,
o no vaya a ningún sitio,
o con el cielo conecte.
Mil senderos tiene el monte
y el alma también los tiene.
Y Roque Negro en las manos
tiene el alma de un naciente.
Autor: Fernando Garcíarramos (Octubre de 2005)
Ubicación del poema: La Plaza (Roque Negro)
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