miércoles, 5 de junio de 2013


Diccionario básico de canarismos.
Letra C (I)

Caballito:
1. m. Insecto del orden de los odonatos, con cuatro alas estrechas e iguales y de abdomen muy largo y filiforme. De tamaño más pequeño que las libélulas, se distingue de estas por el menor número de venas de las alas, que pliega cuando se posa. El caballito es un bichito que me impresiona con esos ojos tan grandes.

2. pl. Tiovivo cuyos asientos tienen la figura de pequeños caballos de madera. En las vísperas de la fiesta, llegan al pueblo las tómbolas, los caballitos y los cochitos de choque.

Caballito de agua. Caballito.

Caballotas:
A las caballotas. Tf y LP. Sobre los hombros, a horcajadas. Llevaba al niño a las caballotas.

Cabe:

1. m. Or. Golpe dado con la cabeza. Metió un gol de cabe.

Cabera:

1. f. Tf. Cada uno de los listones o maderos horizontales que, junto con los largueros, forman la estructura de puertas y ventanas. U. m. en pl. Las caberas medían 80 centímetros.

Cabestrillo:

1. m. Tf y Hi. Cabrestillo.

Cabeza:

1. f. Cama del arado. Como la madera estaba ya medio picada, al primer golpe el arado se partió por la cabeza.

Cabezal:

1. m. GC. Travesaño superior del bastidor de puertas y ventanas. Aquella casa tenía todas las ventanas pintadas de verde, menos los cabezales, que eran blancos.

Cabezo:

1. m. Extremo superior de una montaña rocosa, de forma redondeada. Debajo de aquel cabezo hay una cueva.

2. m. Pequeño saliente de tierra en el litoral. Los chicos se tiraban al agua desde un cabezo que hay cerca del varadero.

3. m. Lz. Elevación rocosa del fondo marino donde se cría y vive el pescado. En aquel cabezo había mucho pescado, pero los aparejos se enrocaban con frecuencia.

Cabezote:
1. m. Or. (Mugil cephalus) Lisa grande que se caracteriza por tener la cabeza más abultada que la común. Engodábamos los cabezotes con pan, y había días que cogíamos hasta una caja entera.

2. m. LP. (Carlina salicifolia) Cardo de la familia de las compuestas, de hasta un metro de altura, de hojas lanceoladas, con bordes generalmente espinosos y flores amarillas. Los cabezotes son bonitos cuando están floridos, aunque las flores no duran mucho.

3. m. Piedra sin labrar y de tamaño grande, empleada en mampostería. Ese hombre tan flaco cargó todos los cabezotes que se emplearon en aquella pared.

Cábila:
1. f. Tf. Grupo de personas de comportamiento vandálico.

Cabildo:

1. m. Corporación que representa a los pueblos de cada isla y administra los intereses comunes de ellos y los peculiares de esta. Los cabildos son, simultáneamente, órganos de gobierno, administración y representación de cada isla e instituciones de la Comunidad Autónoma.

2. m. Or. Reunión de personas para conversar. Los viejos montaban su cabildo en aquel banco, y los chicos nos poníamos a escuchar las historias que contaban.

3. m. GC. Reunión animada, ambiente de distracción, jolgorio. Si no ha venido a almorzar, es porque hay cabildo.

4. m. Or. Sitio o lugar donde se reúne la gente para conversar. Después de que cerraron el teleclub, el cabildo se hacía en la puerta de la ferretería.

Cabo:
1. m. Mango, ordinariamente de madera, que tienen las hachas, azadas, picos y otros instrumentos semejantes. Hay que sujetar bien el cabo de la azada con unas cuñas.

2. m. Manojo de ajos o de cebollas, compuesto por un número determinado de cabezas. Le compré un cabo de cebollas, seis cebollas, que pesaron casi dos kilos.

Caboco:
1. m. Tf y LP. Hondonada grande, en el lecho de un barranco, producida por un salto de agua. Después de correr el barranco, los cabocos conservaban el agua durante meses.

Caboz:

1. m. Tf. Cabozo, pez.

Cabozo:

1. m. (Mauligobius maderensis) Pequeño pez de escama, de color oscuro y cabeza grande, que vive en los charcos del litoral. Los niños se ponían a pescar cabozos y pejeverdes en los charcos. En algunas zonas de Canarias se conoce con el nombre de budión.

2. m. Tf y Go. Nombre con que se denominan las larvas y las ninfas de mosquitos que nacen y se desarrollan en aguas estancadas. En otras zonas de Canarias se conocen con los nombres de saltón y sapo.

Cabra:
1. f. Mujer que, por su comportamiento informal, es tenida por alocada o casquivana.

Donde la cabra muerde, la rama/la hierba pierde. Tf y Hi. El contacto con lo malo únicamente puede traer malas consecuencias.

La cabra jala al risco. GC. Expresión con que se significa que regularmente se obra según el origen de cada uno.

Cabrestiado:
1. m. Tf. Cabrestillo.

Cabrestillo:

1. m. Tf y Hi. (Parus caeruleus) Variedad de herrerillo común, de unos 12 centímetros de longitud, con la parte superior de la cabeza, el dorso, las alas y la cola de color azul oscuro. Las partes inferiores son amarillas y los carrillos blancos, con una lista negra a través del ojo y la nuca. Se alimenta básicamente de insectos y pequeñas semillas. En otras zonas de Canarias se conoce con los nombres de alegría, chirre, frailero y ratonero.

Cabrilla:

1. f. Lz y Tf. Pequeña porción de gofio en polvo que se emplea generalmente como acompañamiento del vino. Como no había otra cosa, se tomó la cuarta de vino con una cabrilla.

2. f. GC. Protuberancia callosa y afilada que tienen algunos animales, como las cabras o las vacas, en la parte posterior del pie. U. m. en pl.

Cabucar:
1. v. Hacer agujeros en una roca con la barrena, para rellenarlos de material explosivo y así poder producir la voladura. Cabucar era antes más peligroso que ahora.

Cabuco:

1. m. GC y LP. Caboco.

Cabuquero:

1. m. Picapedrero, cantero. Trabajaba de cabuquero en las canteras de Arucas.

2. m. Obrero especializado en abrir agujeros en la roca, en sorribos y otras obras, y en rellenarlos de materia explosiva para su posterior voladura.

3. m. Tf. Trabajador especializado en perforar túneles o galerías para la extracción de aguas subterráneas. La novela Guad refleja muy bien la dureza del trabajo de los cabuqueros en las galerías de agua.

Cacaraquear:
1. v. Dar voces repetidas el gallo o la gallina. Desde que amanece, los gallos empiezan a cacaraquear, y en esta casa no hay quien duerma.

Se pronuncia generalmente cacaraquiar.

Cacarido:
1. m. Voz que emiten las gallinas al cacarear. Desde que se oyen los cacaridos, ya sabemos que puso el huevo.

2. m. Grito lastimero en que se prorrumpe por algún dolor o aflicción. Se torció el tobillo, y los cacaridos del muchacho se oían desde lejos.

Cachanchán/na:
1. m. y f. Trabajador inexperto y con frecuencia incompetente. El contratista mandó a tres cachanchanes que no sabían ni coger una pala.

2. m. y f. Persona informal o chanchullera. ¡Cualquiera se fía de estos cachanchanes!

3. m. y f. Tf. Persona vieja y decrépita. Cuando vino de Cuba ya estaba hecho un cachanchán.

Cacharra:
1. f. Tf. Cacharro grande para contener líquidos o sólidos. En una mesa no puede faltar la cacharra del gofio.

2. f. Lz y Fv. Vasija metálica para usos culinarios, como amasar gofio, contener viandas adobadas o usos semejantes. Se ponía una cacharra de papas en el centro, y de ahí se servían todos.

Cacharrento/ta:
1. adj. Occ. Dicho de cualquier artefacto, que funciona mal y está muy deteriorado. Se compró una lavadora nueva porque la que tenía ya estaba cacharrenta.

2. adj. Occ. Dicho de una persona, viejo, con muchos achaques. Desde que cogió aquella gripe, está más cacharrento que nunca.

Cacharriento/ta:
1. adj. Or. Cacharrento.

Cacharro:

1. m. Envase de hojalata, de diferentes tamaños. El aceite de la sartén lo ponía en un cacharrito.

2. m. Lámina de hojalata. Cubrió el techo del chozo con unos cuantos cacharros.

Cachaza:
1. f. Tf. Descaro, poca vergüenza. Mucha cachaza debía de tener para decirle lo que le dijo.

Cachero:

1. adj. Se dice del erizo de mar no comestible.

2. adj. Fv. Se dice de una especie de erizo marino (Diadema antillarum) de color negruzco y de púas largas. Cuando se ve mucho erizo cachero, es que no hay marisco ni pescado. En otras zonas de Canarias se conoce con los nombres de ericera y eriza.

3. adj. Se dice del erizo de mar (Arbacia lixula) de color negro y de púas menos largas que el anterior.

4. m. Go. (Gallotia galloti gomerae) Macho adulto del lagarto común de La Gomera.

Cachetada:
1. f. Golpe que se da en los cachetes con la mano abierta. Aquello, más que una caricia, fue una cachetada.

Cachetear:

1. v. Golpear a uno en la cara con la mano abierta. Lo cacheteó porque no le hacía caso.

Se pronuncia generalmente cachetiar.

Cachetón:
1. m. Cachetada fuerte. Sin venir a cuento me dio un cachetón.

Cachimba:

1. f. Pipa para fumar. No probaba el cigarro, pero se pasaba el día con la cachimba en la boca.

Llenarle a alguien la cachimba (de tierra). Frase que se le dirige a alguien que molesta o cansa por su comportamiento inconveniente o por su insistencia.

Cachimbada:
1. f. Porción de tabaco que cabe en la cachimba y que se fuma en cada ocasión. Con una cachimbada tenía para toda la mañana.

Cachimbazo:

1. m. Golpe fuerte que se da a alguien con la mano o con cualquier otra cosa. Le dio un cachimbazo, que lo dejó sin respiración.

2. m. Or. Golpe violento. El coche se quedó sin frenos, y se dio un cachimbazo contra el muro.

Cachimbera:
1. f. LP. (Phyllis nobla) Arbusto leñoso de la familia de las rubiáceas, muy ramificado y con hojas algo pegajosas. Es un endemismo de las Islas, que abunda en áreas de laurisilva y pinar, sobre riscos y paredes. Llegó de la excursión con los pantalones llenos de barro y con hojas de cachimbera pegadas por todas partes. En otras zonas de Canarias se conoce con el nombre de capitana.

Cachimbero:

1. m. Lz y Fv. (Numenius phaeopus) Ave limícola de tamaño medio, invernante y de paso regular por las Islas. Tiene el pico largo y curvo, con el que se alimenta de lombrices marinas, pequeños peces y cangrejos en las zonas intermareales. Los cachimberos parados barruntan calor. En otras zonas de Canarias se conoce con el nombre de zarapico.

Cachimbo:

1. m. LP. Tallo de la platanera no desarrollado del todo. Esos cachimbos los voy a cortar para los animales.

2. m. LP. Racimo enfermo de plátano, que no se desarrolla adecuadamente y termina por secarse.

Cachipote:
1. m. Go. Bocinegro de un tamaño comprendido entre el del payete y el del bocinegro adulto.

Cacho:

1. m. Tf y LP. Nudillo de la caña de los cereales que el viento no se lleva al aventar. U. m. en pl. Al aventar se separan los cachos del trigo.

Cachocho:

1. m. Tf. Pencón añoso.

Cachorra:

1. f. GC. Sombrero del hombre del campo y a veces también el de la mujer, normalmente hecho de palma o de fieltro. A veces se ponía la cachorra enterrada hasta las orejas.

2. f. Lz y Fv. Gorra con visera o sin ella. Era tanto el solajero, que todo el mundo se ponía la cachorra.

Cachorro/rra:
1. m. y f. Persona alta, corpulenta y vigorosa. En esa familia todos eran unos cachorros tremendos, gente fuerte y doblada.

2. m. y f. Mero pequeño. Pescó un cachorrito, pero lo echó de nuevo al agua, porque era muy pequeño.

¡Guárdame un cachorro (cuando críe)! Frase irónica con que se desprecia a una persona por alguna cualidad negativa.

Cachucho:
1. m. Lz y Fv. Barquillo de pesca, cuando es pequeño.

Caco:

1. m. LP. Trozo o fragmento de loza. Si se te rompió el plato, recoge por lo menos los cacos del suelo.

Cadena:

1. f. Trozo de terreno preparado para cultivar, sujeto con una pared de piedra y situado escalonadamente con otros en una pendiente. Las dos cadenas que tengo en esa ladera las heredé de mi padre.

2. f. GC. Trozo de terreno de secano en forma de bancal.

Cadera:
1. f. Lance de la lucha canaria consistente en elevar al adversario sobre la cadera izquierda tirando de su pantalón. Para ello, el atacante se ayuda de la pierna izquierda, que, doblada por la rodilla, se introduce entre las piernas de su contrincante; sobre el muslo de esa pierna izquierda se hará girar el cuerpo de este, tirando de su pantalón hacia arriba con la mano izquierda y hacia abajo con la derecha. La cadera es una de las técnicas más espectaculares, y para ejecutarla hace falta tanto maña como fuerza.

Cafetero:

1. m. (Coffea arabica) Árbol de la familia de las rubiáceas cuya semilla es el café. En ese valle se dan muy bien los cafeteros.


Fuente: Academia Canaria de la Lengua.

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