miércoles, 19 de marzo de 2014

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CANARISMOS DEL CAMPO - LÉXICO DE LA GANADERÍA (I)

El vocabulario de la ganadería constituye uno de de los sectores del material léxico del español de Canarias donde la huella del sistema lingüístico prehispánico se aprecia de modo claro (1). Esta circunstancia no resulta sorprendente si se considera que la ganadería es uno de los componentes primordiales de la organización económica de los aborígenes (2), y si se tiene en cuenta, además, que son numerosos los indígenas que se ocupan del cuidado del ganado, una vez producida la conquista (3).

(1) Cfr. José Pérez Vidal, "La ganadería canaria", Anuario de Estudios Atlánticos, 9, 1963, págs. 237-286; Carmen Díaz Alayón, "Gánigo und teberite", Almogaren, XVIII-XIX, 1987-1988, págs. 17-25, y "Einige Fragen zum kanarischen Wortschatz der Viehhaltung", Almogaren, XX, 2, 1989, págs. 155-161.

(2) Cfr. Luis Diego Cuscoy, Los guanches, Santa Cruz de Tenerife, 1968; María del Carmen del Arco Aguilar, "Aproximación a la economía aborigen de Tenerife", Instituto de Estudios Canarios. 50 Aniversario, vol. II, 1982, págs. 53-76; F. E. Zeuner, "Some domesticated animals from the prehistoric site of Guayadeque, Gran Canaria", El Museo Canario, 1959; Rafael González Antón y Antonio Tejera Gaspar, Los aborígenes canarios, La Laguna, 1981; Mauro Hernández Pérez, La Palma prehispánica, El Museo Canario, Las Palmas, 1977; Antonio Tejera Gaspar y Eduardo Aznar Vallejo, El asentamiento franconormando de San Marcial del Rubicón, Ayuntamiento de Yaiza, 1989; M. Carmen del Arco Aguilar y Juan Francisco Navarro Mederos, Los aborígenes, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1987; Dimas Martín Socas, "Etnografía de Lanzarote y Fuerteventura", y J. L. Navarro Mederos, "Estado actual de la arqueología prehispánica de la isla de La Gomera", ambos trabajos publicados en A. Millares Torres, Historia general de las Islas Canarias, I, pp. 291-303 y 339-346, respectivamente.

(3) Cfr. Acuerdos del Cabildo de Tenerife, I, 1949, ed. y estudio de Elías Serra Ráfols; II, 1952, III, 1965 y IV, 1970, ed. y estudio de Elías Serra Ráfols y Leopoldo de la Rosa; y V, 1986, ed. y estudio de Leopoldo de la Rosa y Manuela Marrero Rodríguez, Instituto de Estudios Canarios, La Laguna (Fontes Rerum Canariarum, vols. IV, V, XIII, XVI, y XXVI); Manuel Lobo Cabrera, "Los indígenas tras la conquista. Comportamiento y mentalidad a través de los testamentos", Instituto de Estudios Canarios. 50 Aniversario, 1982, págs. 225-250; José Pérez Vidal, "La ganadería canaria", ya cit. págs. 238 y ss.

Diversas fuentes de los siglos XIV, XV, XVI y XVII (Recco, las relaciones normandas, Azurara, Cadamosto, Alonso de Palencia, las crónicas de la conquista de Gran Canaria, Abreu Galindo, Torriani, Viana...) dan cuenta de la existencia abundante de ganado menor (cabras, ovejas y cerdos) en las Canarias prehispánicas. Algunos de estos textos contienen referencias específicas relativas a la importancia que para los indígenas tenía este recurso. Del ganado obtenían carne, leche, manteca y queso para su sustento; las pieles se utilizaban en la confección de vestido y calzado, y también servían como abrigo, como protección para dormir y, en los ritos funerarios, como envoltura para los muertos. Igualmente aprovechaban otras materias, como los huesos, en la manufactura de diferentes objetos. Una prueba de la importancia que tenía el ganado para los antiguos canarios son las constantes disensiones que se producen entre ellos por los robos de ganados, por los límites de los términos de pastoreo y por la utilización de los lugares de pasto. Las fuentes históricas más tempranas también refieren que el ganado es un protagonista relevante de los ritos propiciatorios que los aborígenes celebran en los baladeros o bailaderos cuando se produce alguna calamidad (sequía, lluvias torrenciales, epidemia...).

Tras la conquista, numerosos naturales, tanto libres como esclavos, se ocupan en el pastoreo y cuidado de la numerosa cabaña isleña. No resulta sorprendente que esto ocurra de este modo, y ello porque la ganadería constituía una actividad característica y específica de la sencilla cultura de los indígenas canarios y porque no existían personas más capacitadas para esta labor que los aborígenes, ni se podía encontrar mano de obra más barata y cercana. Nadie conocía mejor que ellos el entorno y la realidad insular: los caminos y senderos, las zonas de pasto más idóneo y abundante, los lugares más adecuados para tener el ganado en cada estación del año (4).

(4) Cfr. José Pérez Vida!, "La ganadería canaria", ya cit., págs 237 y ss.

En la nueva sociedad que surge en el Archipiélago tras la conquista, la ganadería estará mayoritariamente en manos de los naturales y este hecho hace que algunas de sus voces, relativas a esta actividad, puedan arraigar en el español canario. Esta contribución léxica se advierte en los términos tafor (también tafó, tafós y tafosa) y belete (también beleté y beletén) 'calostro', amolán 'manteca curativa hecha con leche de oveja o cabra', goro 'pequeño corral hecho de piedras en el que se guardan cerdos u otros animales menores' (5), jaira (o caira) 'cabra mansa', jairamo (también cairamo, cariano, cairano y cairán) 'zurrón de piel de cabra', 'mochila o alforja hecha de piel de cabra', baifo (o baifa) 'cría de la cabra', teberite (también chibirito y chiribito) 'marca que se hace en la oreja de las reses para identificarlas', guanil 'res sin marcar', y gambuesa 'corral hecho de piedras en el que se reúne el ganado'. A estas voces hay que sumar el interesante conjunto léxico de los colores del ganado, característico de la isla de El Hierro: ambracásaca, cómbaca, firanca (o filanca), jórana, manajais (o manajaisa y manajaise), mástuca, mérusa, ómana y pípana (6).

(5) También existen los términos goran y gorona 'cerca de piedras para guardar tanto el ganado como plantas y árboles'.

(6) Sobre este interesantísimo grupo léxico de El Hierro, cfr. Luis de Aguere "Vida y costumbres de los pastores del Hierro", La Tarde, Santa Cruz de Tenerife, 14 de diciembre de 1940; Alfonso de Armas Ayala, "Vocabulario toponímico de la isla del Hierro con un apéndice de nombres particulares dados por los pastores herreños a los ganados en sus predios comunales", Tradiciones populares I, Palabras y cosas. Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, 1944, pág. 53; Juan Álvarez Delgado, "Ecero" (Notas lingüísticas sobre El Hierro), Revista de Historia, Universidad de La Laguna, XI, 1945, págs. 161-164; Gerhard Rohlfs, "Contribución al estudio de los guanchismos de las Islas Canarias", Revista de Filología Española, Madrid, XXXVIII, 1954, págs. 83-89; Max Steffen, "Lexicología canaria" V, Revista de Historia, Universidad de La Laguna, XXII, 1956, págs. 53-85; y José Luis Ramos Saavedra, Estudio semántico de los colores de cabras en la isla de El Hierro, Memoria de Licenciatura inédita, Facultad de Filología, Universidad de La Laguna, 1984.

Estas voces de procedencia indígena referidas al pastoreo y al ganado no presentan una distribución geográfica uniforme en las hablas actuales del Archipiélago. Así, hay algunos elementos que únicamente existen en una isla, como el conjunto léxico de los colores del ganado que es característico de El Hierro, aunque algún elemento como pípana se encuentra en otras islas: poispana en Fuerteventura y puipana en Gran Canaria. Por el contrario, otros términos, como jaira (o caira) y goro, muestran una distribución general en todas las Islas, o en casi todas. Del mismo modo, estos términos muestran una clara diferencia en cuanto a su vitalidad en el uso. Frente a términos de gran arraigo y uso como goro, belete, baifo y jaira, se sitúan voces como gambuesa, guanil y teberite, que se encuentran relegadas al habla de las personas mayores de determinadas zonas, y que, como otros prehispanismos, han entrado en un proceso de debilitamiento y pérdida.

En esta ocasión nos acercamos a cinco de estas unidades. En el análisis de cada una de ellas procuramos ofrecer una descripción, lo más completa posible, de su situación y comportamiento dialectal, e intentamos aportar referencias tempranas de su presencia en las hablas del Archipiélago, aprovechando fuentes históricas y documentales de los siglos XVI y XVII.

Continúa...

Carmen Díaz Alayón

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