sábado, 29 de marzo de 2014

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GRABADOS RUPESTRES CON REPRESENTACIÓN DE BARCOS EN EL LOMO GALIÓN (ISLA DE LA GOMERA, CANARIAS). (III)

PANEL 29 (fig. 5).


Tiene 36 × 14 cm, está orientado al NNE, inclinación de 110°. Este panel está justamente a la derecha del anterior y ambos comparten las mismas condiciones resguardadas. Están también relacionados estilísticamente. Su único motivo ocupa el extremo superior y está hecho mediante incisión somera y con meteorización media-baja. Es una imagen antropomorfa con una vestimenta talar, los brazos separados del cuerpo y los rasgos de la cara indicados; está rodeada por dos círculos conectados por radios. Entendemos que es una representación de la Virgen María y, dada la proximidad de la ermita de Nuestra Señora de Guadalupe, es fácil asociar este grabado a la patrona de la isla.

PANEL 4 (fig. 6).


Mide 95 × 45 cm, está situado en el lado N y orientado al NNE, con inclinación de 80°. Tiene una única embarcación por estribor, grabada con incisión somera, que presenta meteorización C (media-alta). Es una pequeña embarcación hecha de manera imprecisa, con el casco ligeramente curvo y la proa algo elevada; la arboladura es simple y confusa: está el bauprés y un mástil, que carga delante una vela triangular (no sabemos si un foque o una vela latina) y a popa una posible vela tarquina o cangreja. Siendo un motivo tan poco preciso, no es fácil identificarlo. Pudiera ser una barca, filibote, patache o similar. Su antigüedad es también imprecisa, pero si se tiene en cuenta que posee análogas condiciones de exposición que el cercano panel 1, y que su grado de meteorización es como las embarcaciones C-DE-F, podría haber sido grabado alrededor del siglo XVIII.

PANEL 1 (figs. 7-12).


Mide 145 × 280 cm, es prácticamente vertical (85°), está en la parte N del roque y orientado al NE, es decir, a barlovento. El panel está compartimentado en tres subpaneles separados por fisuras de la roca, cuyas superficies presentan en algunos sectores una textura irregular, de manera que prácticamente casi todo el espacio apropiado para grabar está ocupado por insculturas. Contiene nueve embarcaciones y otros varios motivos de dudosa interpretación, aunque están asociados a algunos de los barcos. La técnica empleada en la mayoría fue la incisión somera, con profundidad del surco entre 0’2 y 0’5 mm y anchura entre 0’3 y 1 mm; aunque el motivo A se obtuvo mediante incisión media, con 0’5 mm de profundidad y 1 mm de ancho. Los motivos A y B presentan una meteorización muy alta; las naves C, D, E y F tienen meteorización media-alta; los motivos G, H e I tienen meteorización media-baja.

Existe una secuencia temporal que puede ser inferida por los diferentes grados de meteorización y por la distribución jerarquizada de los motivos a lo largo de la superficie de la roca, lo cual queda luego refrendado por la tipología de las naves. Primero fueron realizados los barcos A y B, que son los mayores y que ocupan precisamente las partes centrales y más aptas de los dos subpaneles mayores. Luego se trazaron dos grupos, aparentemente realizados por manos distintas pero en un tiempo próximo entre sí: de un lado los motivos C y D, de otro E y F. Los grafitos más recientes son G, H e I, el primero en un hueco que quedaba en el subpanel de la derecha y los otros dos en el estrecho subpanel encimero.

El barco A (figs. 7 y 8) es un navío de finales del siglo XVII o comienzos del XVIII ya que, aunque el velamen es propio de todo el XVII, la forma del casco con el beque o frontón (7) presentando esta característica forma curva son propios de las fechas indicadas. La superficie del casco muestra tres grandes hiladas de tablas y otros trazos perpendiculares y oblicuos. A popa hay un mástil con una flámula o bandera que tiene dos franjas horizontales, detrás de ella un fanal, y bajo la quilla se indicó el timón. Posee tres palos: el de mesana tiene la gavia cuadra, pero la vela principal aún es latina; el palo mayor tiene desplegadas la mayor y la gavia, pero no el juanete del que sólo se ve la verga, y muestra los obenques de estribor con sus flechastes; el trinquete tiene dos velas, la trinqueta desplegada y la gavia cargada porque sólo se dibujó la verga; el bauprés tiene la verga de la cebadera y una bandera. Entre las velas se indican algunas jarcias.

(7) Cuerpo añadido a la proa sobre el cual va el bauprés. A fines del XVII había adoptado esta característica forma curva que duró hasta principios del XIX.

El barco B (figs. 7 y 9) está ejecutado por otra mano y con mucha menor destreza. Es también un buque por estribor, con porte y cronología análogos al anterior. Se aprecian dos mástiles con dos velas cuadras cada uno y posiblemente una tercera en la parte inferior, aunque se ve confuso por la presencia de varios espacios triangulares, que quizás sean velas de estay o simple impericia del autor. A proa y popa de la jarcia hay dos largos trazos oblicuos: el primero puede representar un largo bauprés desviado hacia atrás por torpeza; el segundo parece la verga de un oculto palo de mesana, en cuyo caso sostendría una vela latina como en el motivo precedente. El casco está dividido en un cuerpo superior y otro inferior, y los detalles se suplieron con multitud de trazos sinuosos. A popa se intuye un fanal junto a algo que podría ser un mástil de bandera y, más abajo, una bandera con dos aspas, sin duda la Cruz de Borgoña (8). Bajo el casco hay un elemento que dudosamente pudiera ser el timón.

(8) Enseña usada por la marina española durante los siglos XVII y XVIII: al principio era de fondo rojo con aspas blancas, pero pronto se invirtieron los colores. Carlos III introdujo la bandera rojigualda para evitar las frecuentes confusiones con otras divisas, sobre todo la inglesa, aunque la blanca con aspas rojas se mantuvo algún tiempo con funciones específicas.

El barco C (figs. 7 y 10), también por estribor, tiene el aparejo confusamente realizado, aunque se insinúan tres mástiles, el trinquete y el mayor con velas cuadras y el de mesana con una vela latina. El casco está más definido y presenta ocho elementos circulares que pudieran ser bocas de cañones, aunque están distribuidos de manera arbitraria, salvo los dos de popa, por lo que también podrían ser balas de artillería o el impacto de éstas. Debe ser de una fecha análoga o ligeramente posterior a A y B, de manera que el siglo XVIII parece aceptable. En un momento posterior le superpusieron dos gruesos trazos ensanchados en la parte inferior, a modo de grandes remos, menos meteorizados que la nave.

El barco D (fig. 7) lleva un solo palo con foque y vela cangreja bien definidos, rasgos propios de una barca, un filibote o un patache, pequeñas embarcaciones mercantes de transporte, que con estos u otros nombres fueron habituales durante el siglo XVII y más en el XVIII para el tráfico interinsular y a veces también para recorridos mayores (E. Torres, 1981; M. Lobo, 1991). Carga tres cañones por banda, cosa inusual en otras latitudes para naves de este tipo, ya que tanta artillería disminuía la capacidad de carga del barco, pero en Canarias se había dispuesto que estuvieran fuertemente armadas ante el peligro de piratas. Precisamente lo habitual en estas islas para esas naves eran seis bocas de fuego alojadas en la parte posterior, como se ve en el grabado. A popa hay dos banderas, una inconclusa y otra grande con una ancha franja central reticulada o ajedrezada.

Los barcos E y F (figs. 7 y 11) se trazaron torpemente. El motivo E parece tener velas cuadras y ocho cañones por banda, único indicio para suponer que es un buque de porte medio. Más claro se ve el aparejo del barco F, visto por estribor, con un solo mástil, foque y cangreja, y la proa elevada, elementos que le asemejan al motivo D.

Los barcos G y H (figs. 7 y 12) son bergantines de las primeras décadas del siglo XIX o, como muy antiguos, de fines del XVIII. Están grabados con cierto detalle a pesar de su pequeño tamaño. En el casco del primero están indicadas las tablas del costado, mientras que en el segundo se insinúan varias bocas de cañones, y en ambos está bien marcado el cuerpo de proa con el beque. Tienen bauprés, trinquete y mayor. En G, el bauprés tiene dos vergas de cebaderas o es una sola cebadera a la que faltan dos trazos; en el trinquete se aprecian dos velas cuadras y una en el mayor, así como una posible cangreja, y en ambos palos se ven los obenques de estribor con sus flechastes. En el barco H, el bauprés lleva una cebadera; el trinquete y mayor llevan desplegadas cada uno tres velas cuadras, pero el aparejo del mayor es algo confuso y no se distingue si hay cangreja. Ambos llevan a popa una bandera con tres franjas horizontales, probablemente la española.

El motivo I es un barco por babor hecho con mano insegura y constreñido a un espacio muy estrecho: se intentó reproducir, sin conseguirlo, un navío o una fragata de tres palos, en cuyo casco se ven las tablas; a proa hay una ancha franja curva que puede ser la tajamar; tiene un largo bauprés, del que parte un estay con un elemento triangular, posiblemente un foque; luego hay tres trazos paralelos que quizás sean obenques de un inexistente trinquete; más atrás se ven dos cortísimos mástiles, el primero debería ser el mayor con una diminuta vela cuadra y en el de mesana sólo indicaron los obenques y algo que pudiera ser un estandarte; a popa hay una bandera con tres franjas horizontales, como G y H.






Continúa...

Juan Francisco Navarro Mederos

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